El candidato a la presidencia americana, Joe Biden, anunció en el último debate que el invierno que se avecina será muy oscuro (Dark Winter, repetía) en referencia al avance del virus. Curiosamente, con ese nombre se conoció una simulación de ataque bioterrorista llevada a cabo en 2001. Concretamente se basaba en una exposición de la población a, mire usted por dónde, un virus. El de la viruela, en este caso.
El presidente Sánchez anuncia continuamente que el invierno será difícil. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, que vienen semanas muy duras y un invierno complicado.
Parece que hay cierta coordinación en los mensajes, tanto en la forma como en el fondo. Como si todo estuviera orquestado. O uno copia del otro sin más o existe un comportamiento intencionado en repetir mantras del tipo: “Nuevo Orden Mundial”, “el Gran Reseteo o Reinicio” “Distanciamiento Social”, “Vacunación Obligatoria” y ahora “Invierno Oscuro”.
Las señales indican que sí será un invierno duro. El paro y pobreza irán a más porque las medidas que se están empezando a tomar, a cuenta del virus, van a generar miseria. Y nada hace pensar que van a relajarse sino todo lo contrario. La clase media emprendedora y la trabajadora recibirán una estocada de muerte.
Si en Cataluña cierran bares y restaurantes, no les quepa duda de que esa medida se extenderá a otros lugares. Si anuncian subida del IVA a la enseñanza y la sanidad privada, acabará ocurriendo. Es un golpe sin precedentes a pequeños emprendedores y a sus trabajadores.
Bares, restaurantes y academias son regentados por pequeños empresarios. A veces, por una familia entera. Según "cifras PYME", informe elaborado por el Ministerio de Industria, a finales de 2019 las pymes españolas generaban más del doble de empleos que las grandes empresas. Las empresas de menos de 9 asalariados creaban 5 millones de empleos, tanto como las grandes corporaciones. El 75% de las empresas se dedican al sector servicios, la mayoría alrededor del sector turístico.
Tras el varapalo provocado por la cancelación de viajes, la hostelería ha visto como se le limitaban los aforos, se prohibía fumar en las terrazas, se reduce ahora a 6 el máximo de personas por mesa y pronto, como en Cataluña, se verán obligados a cerrar en más lugares, acarreando además, el injusto estigma de ser los causantes de la aceleración en la transmisión del virus. Una estocada a cientos de miles de empleos en la hostelería. Amazon y la reducción de aforos ya se la están dando al pequeño comercio.
Esta es la dureza real del invierno.
Pero lo que viene de fuera no es más prometedor y aderezza la incertidumbre como nunca se había visto. Unas elecciones americanas a la vuelta de la esquina que pueden estallar por los aires si lo que se dice sobre el hijo del candidato Biden es cierto. Son noticias tremendas cuyo origen es una documentación presuntamente aparecida en tres discos duros del hijo de Biden. Al parecer recogen delitos de alta traición, sobornos y tráfico de influencias con Ucrania y China y relaciones con menores de edad. De ser ciertas, destrozarían a Biden. El abogado de Trump y ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, dicen poseer esos discos duros y están filtrando la información a su interés. La publicó el New York Post y se hacen eco medios de prestigio como la BBC o la CNN. ¿A qué no han oído hablar de ello en ningún medio reconocido por aquí?
Más ingredientes para que el invierno traiga una "ola de frío polar" provenientes de otros confines son: un posible Brexit sin acuerdo; China como único país creciendo en PIB (siempre que los datos que dan sean fiables) mientras el resto del planeta se hunde; el Banco Central de Bahamas como pionero tras haber lanzado su primera moneda digital oficial, con el cambio que supondrá en el sistema financiero mundial la adopción por parte del resto de países para la banca como para la desaparición del dinero en efectivo y la economía sumergida; el Banco Central de China acaba de lanzar un piloto sobre el yuan digital y ultima los preparativos para implantar una moneda digital centralizada con gran impacto en la economía mundial; grandes bancos inmersos en un escándalo de blanqueo masivo de dinero; volúmenes de deuda (pública y privada) e impresión de dinero en niveles nunca vistos, etc.
Todo ello muestra un entorno de gran incertidumbre. La Bolsa, como espejo de las decisiones inversoras, aún no los recoge. Sin embargo, los carteles de "se vende" proliferan a nuestro alrededor y, no lo olviden, el 31 de enero, en pleno invierno, acaban los ERTEs.
El cóctel puede explotar más pronto que tarde. La astrología también avisa. Mejor retirar posiciones y mantener liquidez. El invierno se afronta mejor con abrigo. La primavera traerá la luz y el verano, el ansiado calor e interesantes oportunidades de reinversión.





