En el mes de junio de 2014, dos estrellas del mundo de fútbol y la moda se convertían en los protagonistas de un reportaje único. Vogue conseguía reunir a Cristiano Ronaldo e Irina Shayk en su portada bajo el objetivo del aclamado Mario Testino. Una sesión de fotos en la que la pareja derrochó amor y sensualidad.
Enamorados y felices, Cristiano e Irina hablaban de su sólida relación. Ahora, 365 días después nada queda ya de ese amor.
Tras su ruptura este pasado mes de enero, los 'dardos' de la modelo rusa al futbolista han evidenciado los problemas que existían en la pajre. La falta de confianza y las infidelidades, son algunas de las confesiones que ha realizado Irina después de romper con Ronaldo.