Escena insólita en Son Xigala. Un hombre se atrincheró el pasado viernes en la azotea de una finca y empezó a tirar ladrillos y platos a los viandantes y los vehículos de la zona.
Cuando la Policía llegó al lugar, varios vecinos explicaron que el hombre se había instalado en la azotea junto a su perro y que ya había tenido conflictos previos con la comunidad. El sospechoso, según los testimonios, había empezado a lanzar objetos sin motivo aparente, lo que provocó daños en dos vehículos aparcados. Uno de ellos presentaba incluso un agujero en la carrocería por el impacto de un ladrillo.
Los agentes subieron al tejado, pero el joven ya no se encontraba allí. Tras comprobar los daños, indicaron a los propietarios de los vehículos afectados que presentaran denuncia. Al cabo de un tiempo, el hombre regresó a la azotea. Los policías intentaron dialogar con él, aunque se mostró violento y lanzó amenazas tanto contra los agentes como contra el resto de vecinos, llegando a asegurar que iba a "quemar el edificio".
Finalmente, el equipo sanitario de una ambulancia logró calmarlo tras administrarle medicación. Los agentes procedieron entonces a su detención como presunto autor de un delito de amenazas y daños. El perro quedó bajo el cuidado de un vecino y no generó ningún incidente.







