La planta desalinizadora de Es Ca Marí, en Formentera, tendrá una capacidad de 5.000 metros cúbicos diarios con las dos nuevas líneas que se están construyendo, además de los 2.000 metros cúbicos de la línea ya existente.
En verano, la punta de demanda en la isla es de 4.000 metros cúbicos al día.
La directora general de Recursos Hídricos del Govern, Juana María Garau, y el gerente de Abaqua, Antoni Garcías, han visitado en Formentera las obras que se ejecutan en la planta desalinizadora.
Garau ha explicado que son "unas obras de ampliación y mejora".
Hasta ahora, ha dicho, "había dos líneas con una capacidad de producción de 1.000 metros cúbicos diarios y con la reforma se crearán estas dos nuevas líneas con capacidad de 2.500 m* diarios cada una".
Asimismo, habrá otra línea con capacidad de producción de 2.000 m* diarios, a la que se le realizarán varias mejoras para usar en casos de emergencia.
Con la reforma, según el Consell, "se espera tener margen para el crecimiento poblacional y hacer frente a posibles averías".
La reforma finalizará en marzo y su presupuesto alcanza los 1,6 millones de euros, sin IVA.
También incluye la construcción de un pozo, mejoras energéticas en la planta y extracciones de agua salada y cambio de filtros.