Miren, cuando se han cumplido 30 jornadas de un campeonato que consta de 38, la clasificación no miente, puede sufrir ligeras alteraciones en el sprint final del calendario pero arriba están los mejores y abajo los peores. Luego se podrá mirar hacia atrás y analizar la influencia de la fortuna o cualquier otra circunstancia que hubiera incidido puntualmente en alguna fase, pero el final suele responder a lo que cada equipo se ha ganado e incluso ha merecido.
Fijémonos por ejemplo en la trayectoria del Formentera y la Penya Deportiva. Los equipos pytiusos salieron con el único objetivo de mantener la categoría. Eran conscientes de sus limitaciones y si alguno de ellos se mantiene, puesto que los dos va a ser muy difícil, habrá superado sus propias expectativas. No tienen nada que reprocharse y si mucho que celebrar, sobre todo el representante de la pytiusa menor que sigue remando en medio de la deconstrucción que ha sufrido en plena competición. Que ni unos ni otros hayan dicho aun su última palabra concede valor a su aventura.
Distinto es el caso del Atlético Baleares porque diferente era su objetivo. Su delicada posición obedece a un cúmulo de errores de los que el más importante, armónicos aparte, es la pésima selección y planificación de su plantilla y respectivos cuerpos técnicos. Según su presidente, Patrick Messow lo ha hecho muy bien en anteriores temporadas, una opinión respetable siempre que se añada que en la presente ha sido un desastre. La Real Sociedad de San Sebastián, en una medida de pura coherencia, ha cesado a su director deportivo junto con su entrenador. El de Son Malferit ha resistido a tres. En definitiva el nivel del conjunto es el que pregona la tabla.
No nos olvidamos del Mallorca, no. El baremo que hay que aplicar es idéntico. Despegaba con la obligación de luchar por el ascenso y lo hará más allá de que su mal juego responda al perfil medio bajo de su plantilla. Las demás aun son peores. Pero el liderato que se mantiene a distancia de sus perseguidores, no oculta la escasa vista de aquel o aquellos que han confeccionado la tripulación. A estas alturas todo aquel que quisiera saberlo tenía conocimientos e información de las posibilidades de los Abdón, Damiá, Grima, Bonilla, Pedraza, Alex López y ya no hablemos de Alvaro Bustos y los refuerzos de enero. Ya veremos qué pasa en el play off, donde contará mucho la suerte del sorteo y el compromiso de filiales como el Sporting B, el Fabril o el mismo Villareal B ante el ascenso o descenso de sus primeros equipos.







