Por cuarto año consecutivo, l'Associació Cultural Lausa lidera una nueva campaña de excavaciones en el poblado talayótico de ses Talaies de Can Jordi, situado en el término municipal de Santanyí, a pocos kilómetros del pueblo en dirección a Cas Concos. Se calcula que el poblado, en momentos de máxima actividad, habría ocupado unos 14.000 metros cuadrados de superficie, lo que lo situaría entre los más grandes de Mallorca.
La campaña de 2018 comenzó a principios de agosto, gracias a un convenio firmado en 2015 para un proyecto de cinco años, entre el Ayuntamiento de Santanyí, Lausa y el Consell de Mallorca, dada la relevancia arqueológica del yacimiento. Para este año se destinarán 20.000 euros para cubrir las gastos, que asumirán aproximadamente al 50% el consistorio Santanyí y la institución insular.
La historia del poblado de Can Jordi se remonta al año 1.000 aC, y está formado por diferentes talayots, de los cuales se conserva un buen estado, además de diferentes tramos de muralla. Can Jordi, de forma elíptica, presenta casi todos los detalles típicos de los poblados de estas características de la isla, con una muralla perimetral y diferentes habitaciones adosadas. Este verano se centrarán los esfuerzos en excavar las zonas habitadas para conocer algún detalle más sobre cómo vivían los últimos ocupantes del poblado. De hecho, ya se han encontrado restos de cerámicas, algunas con marcas típicas de las ánforas ibicencas. Los últimos días de la campaña se utilizarán para clasificar los materiales encontrados y sacar las primeras conclusiones.
El año pasado se restauró parte de una de las murallas del llamado sector B; concretamente un portal formado por dos piedras de gran tamaño. La más grande, se calculó que tenía un peso de 4,8 toneladas. También se hizo trabajo una garita de vigilancia insertada en la muralla del sector C. Can Jordi fue habitado hasta la conquista romana de Mallorca al 123 aC, aunque no quedó en desuso por completo. A lo largo de las diferentes campañas se han encontrado vestigios de otras culturas, como cerámicas musulmanas y restos de animales.
El alcalde, Llorenç Galmés, y la concejala de Cultura, Ricarda Vicens, han visitado el yacimiento para agradecer el trabajo tanto de los arqueólogos como los voluntarios, algunos son vecinos de Santanyí y otros llegan de diferentes pueblos de Mallorca. Según explicó Galmés, "es una gran satisfacción tener al municipio una asociación como Lausa que se pone al frente de proyectos como este, y, sobre todo, ver cómo cada vez hay más voluntarios. Por ello, desde el Ayuntamiento haremos lo necesario para que reciban el apoyo que necesitan para hacer el trabajo ".