La trata de blancas para forzar a las mujeres a prostituirse es sin género de dudas la modalidad de esclavitud que lejos de haber desaparecido, persiste en el Siglo XXI. Solo en Balears se estima que unas 2.300 mujeres ejercen la prostitución. ¿Cuántas de ellas lo hacen libremente y por decisión propia? A tenor de las frecuentes operaciones policiales que se desarrollan en toda Balears, muchas son traídas de sus países con engaños y promesas, ya sea de matrimonio legal, ya sea de trabajo, pero una vez aquí son retenidas contra su voluntad y obligadas a mantener relaciones sexuales con hombres que demandan servicios de prostitución. Se calcula que entre 90.000 y 100.000 personas demandan estos servicios en nuestra comunidad autónoma.
Ante la gravedad de la situación, la decisión del Govern de les Illes Balears de encargar al Instituto Balear de la Mujer la elaboración de un plan autonómico contra el tráfico de mujeres y niñas con fines de explotación sexual es una medida muy acertada. Se trata de un fenómeno que debe ser combatido por todos los medios legales, pero también con la sensibilización de los consumidores de servicios sexuales de prostitución, quienes normalmente ignoran deliberadamente que las mujeres con quienes yacen, son obligadas a hacerlo por otros que ejercen sobre ellas coacciones, amenazas y muchas veces también malos tratos.
La sociedad no puede seguir haciendo como que nada sucede, que no hay ningún problema y que todas las mujeres que ejercen la prostitución lo hacen libremente y por decisión propia. No es así. Muchas son utilizadas como esclavas con fines de explotación sexual, mientras los periódicos publican anuncios de prostitución como si tal cosa, y los taxis llevan publicidad en sus puertas de lugares donde se ejerce la prostitución, sin saber si las mujeres que allí están lo hacen por voluntad propia o no.
Es preciso acabar con la explotación sexual de las mujeres o, al menos, de su aceptación sexual o de su deliberada ignorancia, porque una sociedad que consiente tal cosa en sus propias narices es una sociedad enferma.
