Una nueva e histórica resolución (A/HRC/29/L.25 de 1 de julio 2015) sobre la familia aprobada por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones, en la que, entre otras cuestiones, se hace especial hincapié en la necesidad de apoyar a las familias más vulnerables con hijos a cargo y se reconoce que la familia desempeña un papel decisivo en el desarrollo social y, en consecuencia, debe ser reforzada y se debe atención a los derechos, las capacidades y las obligaciones de sus integrantes, se ha hecho pública.
En esta resolución dictada hace pocos días reconoce “que recae en la familia la responsabilidad primordial del cuidado y la protección de los niños, y que los niños, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, deben crecer en el seno de una familia y en un ambiente de felicidad, amor y comprensión”.
Indica que la familia, como grupo fundamental de la sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros, y en particular de los niños, debe recibir la protección y asistencia necesarias para poder asumir plenamente sus responsabilidades dentro de la comunidad.
Se reafirma que la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado
Insta a que se creen un entorno propicio para fortalecer y apoyar a todas las familias, reconociendo que la igualdad entre mujeres y hombres y el respeto de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los miembros de la familia son esenciales para el bienestar familiar y para la sociedad en general, haciendo notar la importancia de conciliar el trabajo con la vida familiar y reconociendo el principio de la responsabilidad parental compartida en la educación y el desarrollo de los niños.
En su punto 12 reafirma también que los padres tienen derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos y tienen la responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo del niño, teniendo presente al mismo tiempo que el interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes se encargan de su educación y orientación.
Destaca que la igualdad entre mujeres y hombres, la participación igualitaria de la mujer en el empleo y la responsabilidad compartida de los padres constituyen elementos esenciales de una política sobre la familia.
Indica que los hogares monoparentales, los encabezados por niños y los intergeneracionales son especialmente vulnerables a la pobreza y la exclusión social.
Reconoce que un entorno familiar estable, propicio y protector, apoyado por la comunidad y, cuando existan, por servicios profesionales, puede ofrecer una protección decisiva contra el abuso de sustancias adictivas, particularmente entre los menores.
¿Habrá política con perspectiva de familia con este nuevo Govern? El tiempo dirá.