La barriada de Es Fortí nace en la primera década del siglo XX, en las inmediaciones de Sa Riera, tras el derribo de las murallas de Palma, por lo que fue uno de los primeros barrios que tuvieron el honor de formar parte del Eixample.
Cuentan las crónicas que esta barriada debe su nombre a un hornabeque —fortificación defensiva exterior— que se había construido en la zona a finales del siglo XVII. En este caso, como en tantos otros, las crónicas tenían seguramente razón, pues el espacio emblemático que hoy conocemos como Plaça Es Fortí se denominó durante décadas Plaza Hornabeque.
Muy cerca de allí, en la Plaça Barcelona, se ubicó a lo largo de medio siglo otro lugar igualmente emblemático, o así era considerado al menos por los seguidores del Real Mallorca: el estadio Lluís Sitjar, originariamente conocido también como Es Fortí. Inaugurado en 1945, fue el estadio oficial del conjunto bermellón hasta 1999, fecha en que se produjo el traslado del club mallorquinista a Son Moix, aunque el filial seguiría jugando en Es Fortí hasta 2007.

El Lluís Sitjar fue demolido por completo en 2015, si bien se decidió conservar de manera simbólica una parte de la fachada del fondo sur, incluida su puerta de acceso, en la calle Ramon Picó i Montanar. Este pequeño conjunto arquitectónico, de gran valor sentimental, será preservado por el Ajuntament de Palma de manera definitiva, tal como anunció en enero del pasado año el teniente de alcalde de Urbanisme, Óscar Fidalgo.
NUEVOS PROYECTOS
Por lo que respecta al solar del antiguo estadio, el consistorio que preside el popular Jaime Martínez tiene previsto construir en esos terrenos un pabellón deportivo, que tendría un aforo de unas 2.000 personas. Así lo confirma a mallorcadiario.com el coordinador municipal de Es Fortí, Xavier Aguiló.
"Será un complemento perfecto al Palau Municipal d'Esports de Son Moix y contará, además, con un aparcamiento subterráneo", destaca. En principio, el nuevo pabellón se empezaría a construir ya en el presente mandato.

Otro proyecto destacado previsto por Cort en Es Fortí es el de "la rehabilitación del antiguo velódromo del Tirador", en la calle Miquel dels Sants Oliver. Este circuito se inauguró en 1903, fue uno de los velódromos más prestigiosos de España y se clausuró en 1973. Desde entonces, el Tirador había ido cayendo poco a poco en un estado de semiabandono y de deterioro progresivo, que ahora se quiere revertir por completo.
El anterior equipo de gobierno municipal, que presidió el socialista José Hila, tenía ya el propósito de recuperar este espacio para la ciudad, pero será finalmente el actual equipo de gobierno el que lleve a cabo esta iniciativa, que incluirá también la creación de una zona verde. "La rehabilitación como tal podría empezar ya en los primeros meses del próximo año", avanza Aguiló.
FOTOS HISTÓRICAS
Hoy en día, contamos con numerosos testimonios gráficos de la evolución de Es Fortí y del resto de barriadas de Palma, así como también de la isla en su conjunto, gracias a una figura clave: el fotógrafo catalán Josep Planas i Montanyà. Él y su equipo serían, además, testigos privilegiados del boom turístico de los años sesenta, del que dejarían constancia en miles de imágenes y de postales que, literalmente, dieron la vuelta al mundo.
Tras su llegada a Mallorca en los años cuarenta, Planas i Montanyà abriría su primera tienda en Palma en 1947, en la calle Colom. Su posterior vinculación con Es Fortí resultaría esencial para ambos, ya que construiría su nuevo y pionero laboratorio fotográfico en la calle Sant Ferran, una vía en donde también se ubicó entre 1973 y 2005 el mítico Cine Lumiere.
Tal como recoge el libro Es Fortí, on es va revelar la història de Mallorca, aquel laboratorio sería reconvertido en 2015 en lo que ahora es el Centro de Investigación y Cultura Contemporánea Casa Planas, que dirige Marina Planas, nieta del fundador. Este centro no sólo guarda el impresionante archivo documental de la empresa originaria —que cerraría en 2002—, sino que también es hoy un lugar de creación para jóvenes artistas, que cuenta asimismo con una sala de actos y con un espacio de coworking y de talleres de formación.
La actual directora de proyectos de Casa Planas, Alelí Mirelman, explica a este digital que "nosotros nos seguimos dedicando a la imagen, al audiovisual y a todas las disciplinas artísticas", lo que permite que el legado de Planas i Montanyà siga vivo, "pero conectado con el presente". Mirelman subraya, con una sonrisa, que "hoy la gente ya no revela carretes ni compra cámaras analógicas".
VIDA COMERCIAL
Una de las principales calles de Es Fortí sigue siendo Francesc Martí i Mora, que cuenta con numerosos comercios, establecimientos y negocios, como por ejemplo el Grupo Inmobiliario TJR. Su propietario, Manuel, señala que la barriada conserva aún buena parte de su esencia. "Es cierto que cuando yo era niño nos conocíamos todos y que ahora ya no es así, pero esto es algo que ha ocurrido también en las otras barriadas", reconoce.
Perfecto conocedor del sector inmobiliario, Manuel indica que "los pisos que están a un precio normal" se siguen vendiendo muy rápido. "El problema es que somos muchos en Palma y hay pocas viviendas", resume, para añadir: "Hoy en día, hay más gente que quiere comprar que gente que quiere vender, lo que afecta a los precios".
Junto a la Plaça Madrid se encuentra Colchones Low Cost, cuyo responsable es José Mut. "Llevamos ya cinco años aquí", afirma. Sus clientes son tanto nacionales como extranjeros. "Nuestros colchones están a unos precios bastante asequibles, lo que facilita que haya más movimiento de ventas", especifica a modo de síntesis.
La vida comercial en toda la zona es hoy muy activa, lo que sirve para constatar el buen momento presente de esta «joven» barriada, que fue y será siempre una de las primeras hijas del Eixample.