Con unos 3.000 habitantes

Son Sardina, la barriada que surgió del agua

Barrios de Palma Son Sardina
Foto: J. Fernández Ortega

Al igual que ocurre con otras barriadas del extrarradio, Son Sardina se dedicó esencialmente a la agricultura desde sus orígenes hasta principios del pasado siglo. A partir de entonces, iría aumentando poco a poco la presencia de comerciantes y de artesanos en este barrio, al mismo tiempo que empezaban a desaparecer los payeses y los industriales, lo que con el tiempo hizo que Son Sardina pasase a tener una función sobre todo de carácter residencial, que se ha mantenido hasta hoy.

Para llegar hasta Son Sardina desde el centro de Palma, la vía que históricamente se ha utilizado más y que todavía hoy continúa empleándose a menudo es la carretera de Sóller, que facilita la entrada a la barriada a través de una rotonda. Desde esa glorieta se puede acceder al camino Passatemps, que conduce directamente a este barrio, que, en cierta forma, ha tenido siempre un carácter de pueblo.

Barrios de Palma Son Sardina
Foto: J. Fernández Ortega

La distancia de casi cinco kilómetros que existe entre Son Sardina y el corazón de la capital balear nunca fue un obstáculo determinante para la comunicación entre ambos puntos, sino más bien al contrario, sobre todo a partir de la pasada centuria. Así, cuando en 1912 se inauguró el Tren de Sóller, este medio de transporte ya contaba en aquel momento con una estación en Son Sardina.

Si damos ahora un importante salto en el tiempo y nos situamos en el presente, cabe recordar que la EMT tiene una línea específica —la 12— para desplazarse hasta Son Sardina, que el metro cuenta con una parada en el barrio y que desde hace algo más de un año hay también allí una estación de Bicipalma. Dicha estación fue instalada por el actual equipo de gobierno municipal del Ajuntament de Palma, que preside el popular Jaime Martínez.

UN ORIGEN LEJANO

Un hecho quizás poco conocido sobre el nacimiento de Son Sardina es que su origen se remonta a la época islámica y que está relacionado con la existencia de diversos cursos de agua, tal como recordaba el historiador Antoni Marimon en el libro Els Barris de Palma. "Se sap que en aquell temps ja hi havia molins d'aigua que aprofitaven les aigües de la font de la Vila, de la font d'en Baster i de la font de Mestre Pere", explicaba. Muchos de esos molinos seguirían funcionando hasta mediados del siglo pasado.

La posesión de Son Sardina, que acabaría dando nombre al barrio, ya estaba documentada en el siglo XVII, junto a otras posesiones. Con posterioridad, a mediados del siglo XIX, Son Sardina pasaría a ser un pequeño pueblo, mayoritariamente agrícola. A su lado se encontraba ya la zona de Sa Garriga. Con la llegada del siglo XX y el progresivo abandono de la actividad agraria, Son Sardina se reconvertiría en un barrio básicamente residencial, un barrio que en la actualidad cuenta con unos 3.000 habitantes.

Barrios de Palma Son Sardina
Foto: J. Fernández Ortega
Barrios de Palma Son Sardina
Foto: J. Fernández Ortega

Una peculiaridad demográfica importante de Son Sardina fue la escasa presencia de población inmigrante a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, a diferencia de lo que había ocurrido en muchas otras barriadas. Según recalcaba la geógrafa Antònia Ripoll en Els Barris de Palma —editado en 1994—,  "Son Sardina presenta una proporció de població autòctona superior a la mitjana de Palma. En xifres, el 79,96 per cent dels habitants del barri han nascut a Balears i a Palma el 64,69 per cent".

COMERCIO TRADICIONAL

Uno de los comercios más antiguos de la barriada es el Forn Nou de Son Sardina, que abrió sus puertas en 1950. En su interior nos atiende Marina, que es la hija de la actual propietaria, María Dolores. "Mi madre lleva ya unos quince años regentando esta panadería", explica. Asimismo, añade que poseen un puesto en el interior del Mercat de Pere Garau.

"Nuestros bocatas son famosísimos", recalca Marina con una sonrisa, si bien también son muy reconocidas sus ensaimadas o sus cocas. "Hacemos un poco de todo", subraya. Por lo que respecta al perfil de sus clientes, indica que normalmente suelen comprar los productos más tradicionales. "La mayoría de nuestros clientes son residentes, aunque también es verdad que últimamente vienen más turistas que antes", concreta a modo de resumen.

Barrios de Palma Son Sardina
Foto: J. Fernández Ortega
Barrios de Palma Son Sardina
Foto: J. Fernández Ortega

Otro comercio emblemático es la Merceria Esperança. Su actual responsable, Maria, recuerda que se trata de un negocio familiar que se ha mantenido de generación en generación, desde hace ya más de cien años. "El nombre que tiene ahora la tienda es el de mi madre, que tiene 85 años de edad", especifica.

POCOS CAMBIOS

Maria vive además en Son Sardina, al igual que su madre. "Es cierto que en estos últimos años han abierto sus puertas algunos comercios nuevos, pero la mayoría de los que estamos ahora aquí somos los mismos que estábamos hace ya varias décadas, con algunos cambios puntuales", asevera. En el caso de la Merceria Esperança ha habido sólo un pequeño cambio de ubicación, pues antes estaba en la calle Miquel Calafell y hoy está en el camino Passatemps.

A lo largo de nuestra conversación, recordamos algunas de las mercerías tradicionales palmesanas que tristemente han desaparecido en estos últimos años. "Es una pena", lamenta Maria, quien considera que hoy por hoy "no se puede competir con las grandes superficies". Aun así, también cree que hay personas que siguen valorando mucho el trato personalizado, "de tú a tú", que ofrece el pequeño comercio.

"A mí me encanta mi trabajo, no sé si es porque he crecido dentro de una mercería", continúa con emoción, para concluir: "Yo siempre digo, por otra parte, que una mercería es algo muy de barrio, muy de pueblo, y que en el caso de Son Sardina, aunque somos un barrio, nos sentimos en realidad un pueblo".

NUEVAS MODAS

Barrios de Palma Son Sardina
Foto: J. Fernández Ortega
Barrios de Palma Son Sardina
Foto: J. Fernández Ortega

La historia de la Perruqueria Es Cantó no es tan dilatada en el tiempo, pues este negocio "sólo" tiene algo más de cincuenta años de existencia. "Yo lo regento desde hace veintiún años", señala su dueña, Virtudes López Lorente, que también reside en Son Sardina, en su caso desde los tres años de edad.

"Tengo clientas fijas, por supuesto, pero también clientas que antes no tenía, pues en estos últimos años ha venido mucha gente nueva a la barriada", indica. Asimismo, detalla que sus clientas llaman y piden hora para ser atendidas, como ocurre ya hoy en la mayoría de peluquerías palmesanas y también foráneas.

"Los alisados y los planchados están muy de moda en la actualidad, a diferencia de lo que ocurre con los rizos", destaca. En su peluquería son también muy habituales los teñidos. "Lo de teñir no cambia, porque la gente no quiere canas, ni siquiera las abuelas las quieren", sintetiza con buen humor.

ÚLTIMAS MEJORAS

Por su parte, el coordinador municipal de Son Sardina, Toni Server, enumera para mallorcadiario.com algunas de las últimas actuaciones llevadas a cabo en la barriada por el actual equipo de gobierno, entre ellas la mencionada instalación de una estación de Bicipalma. "También hemos creado el Paseo Pere Sans i Garau, que permite ir a pie o en bicicleta desde Passatemps hasta la carretera de Valldemossa", explica.

"Por otra parte, desde Urbanisme están trabajando a fondo en la búsqueda de espacios públicos en donde poder construir un nuevo casal de barri y una plaza", destaca Server, quien recuerda que la creación de una plaza pública es una vieja reivindicación vecinal.

Casi al final de nuestro recorrido pasamos cerca del lugar en donde se ubicó durante años una de las empresas más populares y reconocidas que hubo en Son Sardina, Representaciones Pizà, que hace ya algún tiempo se trasladó a Marratxí.

En esa empresa trabajó como auxiliar administrativo entre 1987 y 1988 el autor de este reportaje, que desde entonces ha mantenido siempre un sentimiento de gratitud y de afecto hacia la familia Pizà, una familia que, además, forma también parte de lo mejor y más valioso de la historia de Son Sardina.

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2 respuestas

  1. Ben fet aquest reportatge. Un barri entranyable, que no ha de perdre la seva idiosincràcia!. Me sent orgullós de ser sardiner, i que a pesar de les seves greus mancances és una monada de poble
    i que no sels hi ocorri urbanitzar no se quantes hectàrees, perque si es fa tota aquesta zona se degradarà i deixarà de ser el que ha estat fins ara. i si no,… a les trinxeres!

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