Estos galardones, unas esculturas creadas por el artista mallorquín Lolo Garner y otorgados por la Confraria de Pescadors de Palma, reconocen la trayectoria pesquera, la innovación gastronómica y el compromiso con la preservación del mar y su patrimonio a diferentes personas y entidades de la sociedad balear.
El acto, celebrado en el varadero del Moll de Pescadors este domingo 18 de mayo, ha contado con la participación y entrega de premios por parte de la presidenta del Govern de les Illes Balears, Margalida Prohens; el conseller de Agricultura, Pesca i Medi Natural, Joan Simonet y la regidora de Economía, Comercio, Autónomos, Sanidad, Consumo Mercados y Ferias del Ayuntamiento de Palma, Lupe Ferrer, autoridades que han estado acompañadas en todo momento por el patrón mayor de la Confraria de Pescadors de Palma, Domingo Bonnin.
GALARDONADOS
El premio Sardina d’Or a la preservación del mar y difusión del patrimonio marino ha sido otorgado a Albert Forés Gómez, historiador y actual director gerente del Museu Marítim de Mallorca. La Confraria ha reconocido así su destacado trabajo en la protección y difusión del patrimonio marítimo balear desde una gestión cultural innovadora, participativa y comprometida con la sostenibilidad.
Por otra parte, el premio Sardina d’Or a la gastronomía marinera ha recaído en el Restaurante Bonsol de Palma, un establecimiento emblemático de Ciudad Jardín que desde hace más de tres décadas destaca por la calidad de sus pescados frescos y una cocina marinera auténtica.
Finalmente, el premio Sardina d’Or a la trayectoria pesquera ha reconocido la labor del pescador Enrique Joya Montosa, cuya dedicación y respeto hacia la pesca artesanal lo han convertido en referente del sector, poniendo en valor la tradición y sostenibilidad del oficio pesquero.
CUATRO DÍAS DE FERIA
Domingo Bonnín, patrón mayor de la Confraria de Pescadors, ha destacado durante el acto que «estos premios no solo reconocen trayectorias ejemplares, sino que contribuyen a poner en valor nuestro producto local y a los profesionales que cada día trabajan por preservarlo y difundirlo».
Durante estos cuatro días, miles de personas han podido disfrutar en Palma de más de 40 carpas dedicadas a la gastronomía, la artesanía, la cultura, la música y las actividades infantiles, todas con la sardina como protagonista. La feria ha logrado así su objetivo de promover el producto local, destacando su valor nutricional y cultural, y enriqueciendo la vida social de la ciudad.
