La XXXII Fira des Fang de Marratxí ha sido una de las ediciones con peores números de los últimos años. El descenso pronunciado de visitantes, y la consecuente bajada del ingreso de los feriantes que se encuentran en ella, han hecho de esta última edición una de las que peor recuerdo dejan en aquellos que año tras año exponen y venden sus productos en el encuentro anual de ceramistas, ollers y demás profesionales que trabajan con el fang.
Una sensación que trasmiten los mismos profesionales que tienen su puesto en la feria y que no dudan en califarla de "la peor que hemos vivido en muchos años". La lluvia caída durante buena parte de los días de exposición, la denostada crisis y una promoción insuficiente, son algunas de las causas que argumentan los profesionales que año tras año acuden a la cita en Marratxí.
