Me ha sorprendido mucho el cambio de actitud de la Fiscalía Anticorrupción. En la pieza separada sobre un informe del exgerente del Palma Arena, Jorge Moisés, los fiscales entienden que deben exculpar a Pepote Ballester, exdirector general de Deportes, porque las pruebas son muy débiles. En circunstancias normales me imagino que los fiscales pedirían dos o tres años de cárcel, pero da la sensación como si todo lo que se ha denunciado durante estos años se está desinflando porque las pruebas son muy débiles. Personalmente creo que el Palma Arena acabará con condenas menores por asuntos administrativos, que es lo que se comenta en los círculos jurídicos, pero habrá dejado muchas víctimas por el camino. Si la pieza era Matas, la escopeta ha herido a muchas personas que pasaban por ahí. Pepote Ballester ha sido una de ellas, al igual que María Umbert, cuyos hijos reclamaban en un artículo que se les compense por todo el daño que han sufrido, al igual que Calatrava o Moreno. La lista de desagraviados aumentará día a día.





