Mentir permite crear una realidad paralela a la verdad. El pueblo que no percibe la mentira, deja de percibir lo que está bien y lo que está mal. Estos días estamos viendo una sarta de mentiras que pasarán a la historia de España, pronunciadas en las Cortes generales. Mentiras en la OTAN, en Catalunya, en Waterloo, en el Tribunal Constitucional, en las televisiones, en las emisoras de radio y en los periódicos de papel y digitales. Todos mienten, decía el Doctor House. Una frase que antes dijo el cretense Epiménides, cuando afirmó que todos los cretenses, el mismo incluso, mienten. Pasarán más de 1000 años, muchos más, y todavía la mentira será una de las cualidades definitorias del ser humano. No recuerdo el nombre del filósofo que en los años 30 del siglo pasado pronosticó que cuando llegasen los extraterrestres al mundo, lo primero que no comprenderían es que la gente miente. Y así es. Mentimos por muchas y variadas razones. Pero lo que más nos duele es que nos mientan. La mentira en la pareja es la principal causa de ruptura. En los negocios, es aún peor. La mafia jamás perdonaba una mentira; y Roma, nuestra cultura, ya afirmaba que nunca paga a traidores y mentirosos. El gran padre de las religiones del Libro: Abraham es el primer humano, según la Biblia, que mintió para salvarse. Y Dios no le castigó. Si mientes y al que manda le ayudas con tu mentira, no te castigará. Así se deduce de lo que estamos viendo en España. Miente que algo quedará, decía Goebbels. Nietzsche dijo que el gran problema de una mentira es que cuando se descubre ya no se puede confiar en el mentiroso. Mentiroso fue el catalán Lluís Company, cuando quiso declarar l’Estat Català, en plena República española, el día 6 de octubre de 1934. Cataluña antes y Catalunya hoy sigue mintiendo. Inventa una historia para justificar su ansia de poder independiente del poder de España, para así poder robar todo lo que quiera sin tener que dar explicaciones. Lo hizo en 1873, lo volvió a intentar en 1931, y en 1934 y ahora lo conseguirá en el 2025. Esta nueva España, que espera conseguir Pedro Sánchez, para pasar a la historia de la ignominia, provocará lo que ya hizo en la primera República en los denominados movimientos cantonales. Fueron 26 localizaciones geográficas que declararon su independencia, como ahora esperan hacer los antiguos condados y reinos del norte y del este de España. Todo basado en una mentira creada solo para robar más de los que ya están robando. Fueron golpes de Estado contra la legalidad vigente, tal y como sucedió con el Alzamiento Nacional, que todo el mundo adjudica al general republicano Francisco Franco, pero que todos los historiadores distinguen entre lo que provocó la guerra y la represión posterior, esta sí, en manos del Dictador.
Me leo los artículos de opinión de la prensa catalana y la palabra más repetida de estos días es "mentira". Los nacionalistas acusan a Pedro Sánchez de mentir sobre la amnistía. Los separatistas acusan a Illa de mentir sobre la paz conseguida. Acusan a Felipe VI, el Borbón, de ser el cabecilla de la represión al pueblo catalán. Aunque no mencionan als Paisos Catalans, puede que no les estén reprimiendo, ya que al parecer ni en Valencia ni en Baleares, y menos en Alicante, ya no hay nadie que vote por el separatismo. Pero todos dicen que la derecha miente porque no comprenden el verdadero problema de algunos catalanes.
Empieza una historia de cambio en Catalunya. Ojalá sirva para que los independentistas cambien de opinión y trabajen para mejorar la calidad de vida de todos los españoles. Pero no se conseguirá sin un liderazgo claro, fuerte, democrático, moderno, europeísta, anticomunista y respetuoso con las instituciones de la Constitución de todos los españoles. Esa norma, que les da la razón y que les permitirá seguir luchando por sus intereses. Espero que me demuestren que no ha sido para robar más. Y eso lo veremos en unos días, cuando se firme la financiación de Catalunya.
Un comentario
Los catalanes llevan mintiendo en todo desde hace siglos, y desde que tenemos Democracia, tienen la inmensa desfachatez de contar mentiras en los colegios, cambiando la verdadera historia por otra de acuerdo a las ansias de unos pocos. Aqui en Baléàs, como somos tontos, y siempre votamos a los mismos partidos de mentirosos, pues también padecemos esas mentiras históricas. En colegios y en instituciones públicas. Nunca hemos sido de cataluña, Nunca ha existido un reino catalan, nunca han sido los catalanes nacion, de hecho cuando nos invadió el rey Jaume I de Aragón, no eran catalanes, los pocos mercencarios de lo que después fué cataluña, en ese momento era un simple condado y de la zona de Barcelona, apenas menos de 300 mercenarios barcelonenses. De los primeros en irse a los pocos dias de llegar, después de saquear, matar y violar a todo aquel Palmesano que se topara con ellos. Pues la peste provocada por tanta muerte, se desató en la capital. Franco fué presionado a lo bestia en los 50 por los catalanes para que eliminara la silla de Baleares de la Academia de la lengua. Eso si es historia verdadera. Aqui hablamos las distintas modalidades de sa Llengo Baléà muchos siglos antes de que existiera la región catalana, que ademas estaba cuarteada cuando llegó Jaume I entre Aragón, Francia y parte de Valencia. Y por supuesto,no tenia identidad propia. En resumen, grandes mentiras que a fuerza de repetirlas, la gente da por supuesto que son ciertas.