La oferta universitaria en Baleares se ha reducido en cuatro estudios en una década con la reforma del sistema que pasó de los estudios de ciclo corto y largo --diplomaturas, licenciaturas e ingenierías-- al sistema actual de grados, según un análisis del Observatorio del Sistema Universitario (OSU) presentado este martes.
Esto representa un descenso del 10,3 por ciento en la oferta universitaria de Baleares, con el paso del Catálogo al Registro. Baleares ofrecía en el curso 2017-2018 el 1,2 por ciento de la oferta de grado de España, con un total de 35 estudios -mientras que con el sistema anterior eran 39 títulos-.
En relación con el conjunto de universidades españolas, Baleares presenta más grados de Ciencias Sociales y Jurídicas, menos de Ingeniería y Arquitectura, y una oferta similar en cuarto a Artes y Humanidades y Ciencias de la Salud.
Baleares es una de las comunidades que en el estudio se identifican como regiones con universidad única, en este caso la Universitat de les Illes Balears (UIB), pública. En cuanto a los centros adscritos de las Islas, concentran su oferta en la rama de Ciencias Sociales y Jurídicas, y no ofrecen otros estudios más que en Ciencias de la Salud.
En el conjunto de España, la oferta de grados ha crecido un 13% en las universidades en una década, hasta situarse en los 2.854 títulos en el curso 2017-2018.
El número de estudios, con la reforma que pasó de los estudios de ciclo corto y largo --diplomaturas, licenciaturas e ingenierías-- al sistema actual de grados, aumentó significativamente en las comunidades autónomas de La Rioja (48%), Madrid (47%), Cataluña (30,2%), Navarra (28%) y Cantabria (26%), mientras que en siete disminuyó como en Galicia (-13%), Asturias (-12%), Castilla-la Mancha (-11%) y Baleares (-10%).
El coautor del estudio Albert Corominas ha explicado que el número de estudios ha aumentado un 2% en las públicas y un 66% en las privadas, pero que en el caso de Cataluña la proporción es del 31% en las públicas y del 29% en las privadas.
En esa década, las universidades que más aumentaron estudios fueron la Rey Juan Carlos, que multiplicó por 3,24, y la San Jorge, y las que más disminuyeron han sido la Pontificia de Salamanca y la de Las Palmas de Gran Canaria.
En el caso de las universidades catalanas, según el estudio, la Pompeu Fabra ha duplicado sus estudios --aunque la UPF ha asegurado que en la primera cifra no se cuentan los títulos de centros adscritos y en la segunda sí--, mientras que la Oberta de Cataluña ha crecido un 67%, la de Vic un 57%, la Abat Oliba CEU un 50%, la Politécnica de Cataluña un 46% y la Autónoma de Barcelona un 37%.
IMPLANTACIÓN DE BOLONIA
La oferta de grados ha crecido un 19% en las universidades españolas en seis años, desde que se completó la implantación del Plan Bolonia en el curso 2011-2012, pasando de 2.403 a 2.854 grados en el 2017-2018, en una progresión continua.
Las universidades privadas ofrecen menos grados que las públicas y concentran su oferta en las ramas de Ciencias de la Salud y Ciencias Sociales y Jurídicos, mientras que casi no ofrecen de Ciencias.
En 2017, el Registro de universidades, centros y títulos tenía 560 nombres diferentes de grados, de los que 345 se ofrecen en una única universidad, y los grados múltiples han crecido un 19% en las públicas y un 44% en las privadas desde el 2011-2012.
Corominas ha asegurado que la oferta actual de grados "no es suficientemente inteligible, comprensible ni comparable" y heterogénea en la temática, alcance del conocimiento y vigencia temporal del objeto de estudio, y ha abogado por planificar más que por competir entre centros.
RECOMENDACIONES
Ante esta situación, Corominas ha explicado que el OSU recomienda que la oferta de grados de las universidades españolas debería ser "revisada críticamente" por universidades y administraciones, y que la colaboración entre ambas permitiría implantar las reformas pertinentes sin cambios legislativos de gran alcance.
Ha recomendado también revisar que los grados cumplan los objetivos de formación generalista, capacitación para el ejercicio profesional y empleabilidad a largo plazo que estipula la normativa; reducir el número de grados mediante la planificación y cooperación de las universidades; suprimir los denominados grados propios; aclarar la relación entre la formación universitaria y la formación profesional, y repensar críticamente la oferta de grados múltiples.
La rectora de la Autónoma de Barcelona, Margarita Arboix, que ha presentado el acto, ha abogado por que las universidades sean capaces de reflexionar sobre las titulaciones, ser flexibles y decidir qué estudios se quieren ofrecer y "jugar un rol" en la formación dual con las empresas para inserir a los jóvenes en el mercado de trabajo.