La Platja de Palma continúa siendo un destino maduro, pero menos. Mucho menos si atendemos a la cascada de remodelaciones hoteleras de los últimos años y a las iniciativas empresariales -siempre privadas- que intentan convertir la mayor zona turística de Balears en un destino de calidad.
En los últimos años, y siempre según datos de la Asociación de Hoteleros, hasta 43 hoteles que representan 15.037 plazas han efectuado inversiones hoteleras de importancia. en 21 casos, las reformas han supuesto un cambio de categoría del establecimiento.
La descripción del cambio la redondea el hecho de que esta temporada el número de '5 estrellas' pasará de los 2 de 2016 a los 4 de 2017. El doble.
Esto sólo en cuanto a hoteles. Súmenle a esto iniciativas colegiadas como la conocida como 'Palma Beach', que afronta en 2017 su segunda temporada viendo aumentar además el número de establecimientos asociados. Alrededor de estos hoteles y restaurantes, los comercios también han empezado a cambiar de aspecto y de oferta. Es como una mancha de aceite. Pero la mancha de aceigte se desvía cuando topa con un charco de agua: el de las administraciones.
La Platja de Palma y sus empresarios necesitan el acompañamiento de las administraciones públicas. Algo en este sentido decía la presidenta de la FEHM Inma de Benito en la entrevista publicada hoy hace una semana por este digital. En Platja de Palma es el claro ejemplo de que falta el Ajuntament de Palma en este camino hacia la modernización que ya no tiene retorno. Le toca a Cort mejorar en limpieza, en seguridad, en aparcamientos, en ordenación del tráfico, etc.
¡Hasta la calle del jamón se está modernizando!
Otra cosa será el impacto que tenga en la actividad de la zona el descabezamiento del Grupo cursach con su propietario y el director general en prisión sin fianza. Me cuentan que hay conmoción empresarial en la zona por el impacto que pueda tener este hecho.
