La Policía Local de Palma ha estudiado el antiguo Cuartel de Bomberos del Polígono de Son Castelló, propiedad de Asima, como opción para la tercera pata del plan municipal destinado a dotar a la capital balear de una red de centros de referencia en materia de seguridad ciudadana.
Esta nueva sede se sumaría a la comisaría ya operativa en la Estación Intermodal y al futuro cuartel central que se levantará en el Polígono de Llevant. Con estas tres infraestructuras, el Ayuntamiento podrá clausurar el obsoleto cuartel de Sant Ferran y dar cabida a los nuevos efectivos del cuerpo.
El alcalde de Palma, Jaime Martínez Llabrés, ha situado el refuerzo de la Policía Local entre sus prioridades de legislatura. El objetivo es claro: incorporar 300 nuevos agentes antes de que concluya el actual mandato en 2027. Para ello, el Consistorio ha ido articulando distintas convocatorias públicas de empleo que, en apenas un año, ya han permitido sentar las bases de este incremento de plantilla.

En 2024 se convocaron 55 nuevas plazas específicas para la Policía Local, tal y como anunció el regidor durante una Junta de Govern celebrada en febrero. A esa oferta se suma la aprobada en enero de 2025, que contempla un total de 270 plazas de empleo público municipal, de las cuales 170 corresponden a agentes de la Policía Local. Estas nuevas incorporaciones se añaden a los 105 efectivos ya en prácticas y formación durante el pasado ejercicio, lo que acerca de forma significativa la cifra final marcada como meta de legislatura.
PLAN DE MEJORA
La modernización de la plantilla va acompañada de una estrategia de mejora en infraestructuras y medios materiales. La red formada por los tres cuarteles -Intermodal, Son Castelló y Llevant- permitirá reorganizar de manera más eficiente el despliegue territorial de la Policía Local, reducir tiempos de respuesta y ofrecer mejores condiciones de trabajo a los agentes. Además, el Ayuntamiento ha previsto la renovación de la flota de vehículos, la adquisición de nuevas motocicletas y la dotación de equipos de protección individual, con inversiones que suman varios millones de euros.

El traslado a Son Castelló supone, por tanto, un paso más en la transformación del modelo policial en Palma. La apuesta del equipo de gobierno municipal persigue reforzar la seguridad tanto de los residentes como de los visitantes, adaptando el cuerpo a las necesidades de una ciudad en constante crecimiento y con un importante flujo turístico.
UNA LOCALIZACIÓN ESTRATÉGICA
La elección de Son Castelló como emplazamiento no es casual. El mayor polígono industrial de Baleares concentra diariamente a miles de trabajadores y visitantes, lo que lo convierte en un punto estratégico para la seguridad. De hecho, hace unos años ya se instaló allí una comisaría de la Policía Nacional, reforzando la presencia policial en una zona con un notable volumen de actividad económica y de tránsito ciudadano.
El antiguo cuartel de bomberos de Son Castelló, inaugurado en 1973 tras una cesión de suelo de ASIMA al Ayuntamiento de Palma y en funcionamiento durante más de 35 años, cerró sus puertas en febrero de 2011, cuando el parque se trasladó a Son Malferit. En 2013, un fallo judicial ordenó la restitución de la parcela a ASIMA, que ya había retomado su titularidad y, tras una reorganización del PGOU, la transformó en un espacio de uso sociocultural, formativo y multiservicios. Desde entonces, ha sido sede de exposiciones, actividades formativas, culturales y eventos empresariales promovidos por la asociación.