Trabajadores de servicios sociales en Palma critican la decisión del Ayuntamiento de cerrar una oficina de bienestar social para abrir una nueva comisaría. Alertan que hasta 30 empleados se verían afectados y destacan la importancia de su labor con más de 4,000 personas anualmente, priorizando la intervención social sobre la policial.
Trabajadores de servicios sociales censuran que el Ayuntamiento de Palma pretenda eliminar una oficina de bienestar social para ubicar una nueva comisaría en el Parc de ses Estacions. Así lo ha comunicado este miércoles un Equipo de Primera Atención de los Servicios Sociales (Epass).
Hasta 30 trabajadores podrían verse afectados por esta medida. “Una pérdida de un espacio estratégico” para el departamento de Bienestar Social según han comunicado desde Epass.
“Atendemos anualmente a más de 4.000 personas y familias, residentes en Palma en general y, a familias y personas en situación de vulnerabilidad, en particular” explican estos trabajadores.
El comunicado continúa criticando al equipo de Gobierno argumentando que esta decisión está priorizando “una respuesta policial sobre una intervención social”.
En concreto, los miembros del Epass se han preguntado "qué importancia da este Consistorio a las personas y las familias" que se atienden y "qué valor da este Ayuntamiento a la intervención social que se realiza con los colectivos vulnerables".
La falta de planificación de este movimiento ha dejado el Epass sin una ubicación específica. A fecha de hoy ocupan unas dependencias municipales de manera provisional con una equipación y espacio insuficiente que dificulta el acceso y la visibilidad".
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