A mí me parece que salir a la calle por las noches, pasear, tomar una copa, hablar, escuchar música, todo lo que conforma la llamada Ruta Martiana es fantástico, es parte de nuestra forma de vivir. Sin embargo, tengo la impresión de que si viviera en la zona me acordaría mucho de quienes han montado este desastre que, una vez más, no respeta el derecho de los vecinos al descanso. Ustedes verán: esto no es nuevo. Esto ha ocurrido siempre. Hemos visto en mil lugares fenómenos similares. ¿No va siendo el momento de que separemos los barrios en zonas en las que hay derecho al descanso y zonas en las que el ruido puede dominar la noche, porque allí no hay vecinos? ¿No se había hablado de construir alguna zona de este tipo por Peraires, donde no vive nadie? ¿No son cosas que llevan demasiados años rondando sin que se terminen por arreglar?
