El domingo pasado me encontraba en alta mar volviendo de surcar las aguas mallorquina, en la radio del barco íbamos escuchando el partido de Rafa Nadal en Roland Garros, los comentaristas no es que fuesen muy buenos, encontraba a faltar aquellas retrasmisiones de Matías Prats padre que hacía las mejores difusiones que he escuchado. Eran como si lo estuvieras viendo tú mismo y tu propia voz lo estuviera contando.
Bueno a parte de todo esto, cuando entrabamos en la bocana del puerto de Porto Cristo, el gran Rafa ganaba el noveno Roland Garros y su catorceavo gran slam. No hay deportista en España que haya conseguido lo que este joven. Muchas veces le hemos visto tener bajones, hemos oído a gente enterrarlo en vida, pero él cono ave fénix ha resurgido de sus cenizas aún más grande de lo que era.
Por la noche mirando los informativos veía las repeticiones de esas más de 3 horas de partido y sus lágrimas en público como si se tratase de un niño. Esas cosas hacen que Rafa sea tan grande, tan nuestro… porque dicen que hay que saber perder, pero también hay que saber ganar, tener los pies en el suelo es lo más importante de todo. Personas con muchísimo menos logros que él se creen, dioses del olimpo, narcisistas de ego desmesurado. Así es el rey de reyes, embajador de su Manacor, de Mallorca y de España. En cualquier rincón de este planeta saben quién es él, solo reservado a los más grandes y a unos cuantos que han sido agraciados con el don de ser eso, el número uno.
A pesar de este curriculum vitae digno de muy muy pocos, hay gente en está querida isla mía que pone en tela de juicio que se merezca el título de Doctor Honoris Causa por la Universitat de les Illes Balears. Aún me doy golpes en la cabeza. Como no nos hemos sublevado con esas voces que desprecian a este grande. No lo entiendo. Como no sabemos valorar esto. Se merece respeto y mucho. Un chico que donde va intenta hablar el idioma donde está, haciendo ademán a sus anfitriones, que ejerce de embajador de España, su residencia sigue siendo su pueblo natal…y así un sin fin de enumeraciones que no me bastaría este artículo para expresarme. Que salgan voces en contra de su nombramiento por que tenga una supuesta ideología política o porque no sea todo lo nacionalista que unos quieren, ese no es motivo para que se le niegue un honor y menos convertirlo en hazmerreir del mundo por esta tontería. Peor es el ridículo de esta comunidad, en otras ciudades lo laurean como toca. Mientras que nosotros no. VERGONZOSO!!!





