La “Gran Gala del Comercio” organizada por la patronal Pimem el pasado 1 de julio ha abierto una grieta profunda en el tejido asociativo del comercio balear. La Confederación Balear de Comercio (CBC) —que agrupa a las principales organizaciones del sector tradicional en las islas— ha calificado el evento como una “anomalía democrática” por haberse celebrado sin contar con las entidades legítimas que representan al pequeño y mediano comercio.
“Organizar una gala en nombre del comercio sin contar con el comercio es, sencillamente, inaceptable”, ha sentenciado el presidente de CBC, Mateo Cunill, quien ha lamentado el modelo “vertical y unilateral” de la convocatoria. Según CBC, el acto rompe con el funcionamiento horizontal y participativo que debería regir cualquier iniciativa de este tipo. “No es solo un error, es un retroceso institucional que recuerda a otras épocas”, ha advertido Cunill.
UN HOMENAJE RECHAZADO POR LA FAMILIA PEÑA
Uno de los momentos más polémicos de la gala fue el intento de rendir homenaje a Demetrio Peña, histórico defensor del comercio local y fundador de Pimem y Pimeco. Sin embargo, la propia familia declinó el reconocimiento, al considerar que se estaba desvirtuando su legado. El motivo según el comunicado emitido por los comerciantes es que el evento “contaba con el patrocinio principal de una gran empresa” que, según CBC, ha representado “el adversario más firme del modelo de comercio que Demetrio defendió con convicción”.
Además, la familia recordó que Demetrio Peña fue un firme defensor de la unidad del sector y siempre rechazó “las fracturas internas”. Algo que, denuncian, “no se ha respetado” en la relación actual entre Pimem y su sectorial de comercio, Pimeco, visiblemente distanciadas.
CRÍTICAS A UN MODELO INCOHERENTE
Para CBC, la gala no solo fue simbólicamente cuestionable, sino también incoherente en su fondo. “Es como si el comercio local estuviera patrocinado por una gran plataforma de comercio online”, denuncian en su comunicado. Aunque legal, consideran que el respaldo de una gran superficie contradice los principios que el evento decía defender. “Comercio de proximidad, tejido local y relación directa con el cliente”.
El resultado, añaden, ha sido el esperado. “Baja asistencia, escasa presencia institucional y una ausencia simbólica evidente”, la del propio sector. “Un evento puede tener luces, recursos y publicidad, pero si carece de legitimidad, no representa a nadie”, concluyen.
UNA ADVERTENCIA CON VOCACIÓN DE FUTURO
“Imaginemos que algo así ocurre en Menorca, Ibiza o Formentera: una gala sin contar con las sectoriales. Sería impensable”, ha explicado Cunill. Desde CBC han tendido la mano al diálogo, pero han exigido que este tipo de actos no vuelvan a repetirse sin consenso.
“No se construye nada duradero ignorando a quienes están en el corazón del comercio”, ha zanjado Cunill. En paralelo, CBC se ha comprometido a preparar un homenaje institucional justo y consensuado tanto para Demetrio Peña como para Miguel Lladó, como símbolos de la defensa histórica del comercio local frente a las grandes superficies.