Cercle d’Economia de Mallorca

Lluís Quetglas: “La vivienda es la principal fuente de desigualdad en Baleares”

Retrato de Lluis Quetglas en un entorno académico
Lluis Quetglas en la sede del Cercle d'Economia de Mallorca. | Autor: J. Fernández Ortega.

En la sede del Cercle d’Economia de Mallorca, un espacio concebido para el análisis sereno y la reflexión a largo plazo, el vicepresidente de la entidad, Lluís Quetglas (Palma, 1954), recibe a mallorcadiario.com con la misma claridad técnica que le ha caracterizado durante décadas. Economista e inspector de Finanzas del Estado en excedencia, con una trayectoria repartida entre la alta Administración y la empresa privada, Quetglas conoce como pocos las tripas del funcionamiento económico y político de las islas.

Fundado hace 30 años, el Cercle ha mantenido su compromiso con el rigor técnico y el análisis independiente. En esta entrevista, su vicepresidente ofrece un diagnóstico exhaustivo y riguroso sobre la realidad económica y social del archipiélago. Para Quetglas, Baleares crece, pero lo hace sobre un modelo frágil, sostenido por un turismo que continúa representando más del 80 por ciento de la economía y que mostró todas sus grietas con la pandemia. A ello se suma un problema de vivienda que él define como “la principal fuente de desigualdad” y una gestión urbanística que considera “bloqueada hasta la parálisis”, impidiendo que las políticas públicas de vivienda avancen al ritmo necesario.

Desde el despacho que preside parte del núcleo intelectual del Cercle, Quetglas desgrana durante la conversación los grandes retos estructurales que, a su juicio, determinarán el futuro de las islas: la diversificación económica, la digitalización, la sostenibilidad real del turismo, la reforma de la gestión urbanística, la ampliación del parque público de vivienda y la necesidad de un consenso político estable para abordar una transformación que solo puede entenderse a medio y largo plazo. Con pragmatismo técnico y voluntad pedagógica, reclama menos ruido político y más estrategia, más evaluación y menos improvisación.

Lluis Quetglas durante una entrevista en el Circulo de Economia
Autor: J. Fernández Ortega.

¿Cómo valora la situación económica actual de Baleares?

Los datos macroeconómicos son excelentes. Pero dos problemas graves limitan su impacto: la vivienda y la inflación. Aunque la renta nominal ha crecido, la capacidad real de compra está muy limitada. La renta per cápita balear es de 36.000 euros, frente a 32.600 de la media española y 38.000 de la europea.

Entre 2000 y 2024 la población creció un 54%. El PIB ha aumentado un 158% desde 2000 —el segundo crecimiento más alto tras Madrid—, pero el PIB per cápita real apenas un 10%. El poder adquisitivo solo ha crecido un 8,2% en dos décadas.

“Baleares crece en economía y población, pero se estanca en poder adquisitivo”

¿Cómo afecta la inflación?

Reduce fuertemente la capacidad de compra y aumenta la desigualdad. La OCDE señala que Baleares es donde más ha crecido la dificultad de acceso a la renta. El profesor Manera apunta que, aunque la productividad mejora gracias a la calidad del sector turístico y los avances digitales, la transferencia de riqueza a los trabajadores aún es insuficiente. Vivienda e inflación frenan la redistribución y concentran los beneficios en unos pocos.

Ustedes llevan años alertando desde el Cercle de que el modelo económico balear es excesivamente frágil. ¿A quién responsabiliza de que Baleares siga dependiendo casi en exclusiva del turismo?

La situación actual no es fruto de una decisión puntual, sino del propio desarrollo económico del siglo XX. El turismo prácticamente no existía a principios de siglo, pero su irrupción provocó un boom que llevó a administraciones, empresarios y ciudadanía a volcarse en esta actividad. Fue una apuesta que generó bienestar y modernización. El problema se evidenció con la pandemia: Baleares fue la comunidad cuyo PIB más cayó —más de veinte puntos— y quedó claro que depender de un monocultivo que representa más del 80% de la economía nos hace extremadamente vulnerables.

"Depender del turismo nos hace extremadamente vulnerables"

Lluis Quetglas durante una entrevista en una sala de reuniones
Autor: J. Fernández Ortega.

¿Cree que el Govern llega tarde en las políticas de desestacionalización y contra la masificación turística?

Conviene rebajar el ruido político: Baleares es la sexta comunidad en renta per cápita; no vivimos un desastre. Pero sí tenemos una estructura demasiado centrada en los servicios turísticos, lo que nos hace frágiles. Lo importante ahora es disponer de una estrategia clara: complementar el turismo con actividades de mayor valor añadido, especialmente tecnológicas. Hay señales alentadoras, como un estudio del profesor Carles Manera que demuestra que digitalización e innovación en el sector hotelero están elevando la productividad. Pero queda mucho camino. Tenemos un núcleo tecnológico incipiente —el Parc Bit— y ejemplos para inspirarnos, como Málaga, que ha transformado su economía con un parque tecnológico que emplea a más de 25.000 titulados.

"La digitalización e innovación en el sector hotelero están elevando la productividad"

¿Es realista el plan de sostenibilidad turística del Govern, ahora en su segunda fase?

El principio es impecable: crecer en calidad y no en cantidad. Nadie puede discutirlo. Y de hecho, la renovación de la planta hotelera en los últimos años ha elevado precios y consolidado ese cambio. Pero echo en falta mayor agilidad y una cooperación público-privada más intensa para diversificar hacia sectores tecnológicos. Expertos como el director del Parc Bit coinciden en que estas transformaciones requieren nuevos actores económicos, no solo los actuales, cuya actividad lógica es seguir perfeccionando el turismo.

¿Qué le falta a Baleares para acercarse a un verdadero estado de bienestar?

El gran problema es la vivienda. Es el principal generador de desigualdad. Un estudio reciente de la UE muestra que Baleares es la comunidad donde más se ha ampliado la brecha entre el 20% con más renta y el 20% con menos. Y la vivienda explica casi todo: escasez, precios disparados y un número de viviendas vacías muy superior al razonable.

"Se ha ampliado la brecha entre el 20% más rico y el 20% más pobre"

¿La ocupación es consecuencia de esta crisis habitacional?

Es un factor más, aunque también existe delincuencia organizada. Pero lo innegable es que la vivienda es prácticamente inaccesible. Según el último anuario del CES, una familia balear tendría que destinar el 30% de su renta durante 60 años para comprar una vivienda. La media española es de 30 años. La magnitud del problema aquí es mucho mayor.

Lluis Quetglas durante una entrevista en el Circulo de Economía.
Autor: J. Fernández Ortega.

¿Quién aporta más soluciones: el Estado o el Govern?

Antes que repartir responsabilidades, conviene entender los números. Con procesos industrializados se puede construir por entre 1.500 y 2.000 €/m². Una vivienda de 80 m² costaría unos 140.000 €. Sumando suelo y margen del promotor, podría llegar al mercado por 225.000–250.000 €, con hipotecas de unos 1.100 € al mes, asumibles para una familia media. Pero esto exige suelo no inflado artificialmente. Dinamarca es un buen ejemplo: solo recalifica suelo público, el Estado compra barato, urbaniza y fija el precio final de la vivienda protegida. Un modelo así sería muy eficaz aquí.

¿Por qué no se avanza entonces?

Porque la gestión urbanística está bloqueada. El miedo a repetir los abusos del pasado ha generado normas tan rígidas que paralizan cualquier iniciativa. Hay falta de técnicos, trámites interminables y decenas de informes por cada licencia. Un estudio estatal señala que recalificar o crear suelo urbano cuesta de media 16 años. Con estos plazos es imposible hacer política de vivienda. No basta con simplificar normas: hay que revisar todo el sistema de gestión, crear ventanillas únicas, dotar de personal a las administraciones y fijar plazos reales. Sin esto, cualquier ley será papel mojado.

"Con la normativa actual es imposible hacer política de vivienda"

¿Está a favor de limitar la compra de vivienda a no residentes? ¿Y el alquiler vacacional?

Limitar la compra a no residentes es jurídicamente inviable dentro del marco europeo. Malta tiene salvaguardas; España no. Además, el problema no son las viviendas de lujo adquiridas por extranjeros, sino la falta de vivienda asequible para residentes. Sobre el alquiler vacacional, las decisiones deben analizarse globalmente: muchas personas dependen de esos ingresos, especialmente jubilados con un apartamento en la playa. En cambio, los grandes fondos —que sí alteran los precios— requieren una intervención específica. El déficit es enorme: faltan 30.000 viviendas y hay cientos de personas viviendo en la calle. Cáritas alerta de que la vivienda es hoy el principal motor de exclusión social en Baleares.

¿Son suficientes las políticas de vivienda actuales?

A día de hoy, no. Falta vivienda pública, falta agilidad urbanística, falta suelo a precio razonable y falta diversificación económica para que los salarios acompañen el coste de la vivienda. Es un problema estructural que solo se resolverá con visión a largo plazo y consenso político.

"Falta vivienda pública, agilidad urbanística y suelo a precio asequible"

¿Al Govern de Marga Prohens aún le queda mucho por hacer?

Las políticas van en la dirección correcta, pero sus resultados son a medio plazo. No se pueden crear 4.000 viviendas de un día para otro. El problema viene de ocho años en los que no se dimensionó adecuadamente la gravedad. Ahora el Govern es consciente y se están tomando decisiones. Se ha hablado de 7.000 viviendas de precio tasado en tramitación, aunque el número se ha repetido tantas veces que genera dudas. Aun así, es un paso.

El Cercle apoya la condonación de 1.741 millones de deuda. ¿Madrid trata con justicia a Baleares?

La respuesta no es binaria. Cuando nació el Estado autonómico, Baleares tenía la peor financiación de España, 22 puntos por debajo de la media. Por eso, en 2009, una iniciativa ciudadana permitió mejorarla en 400-500 millones anuales. Gracias a eso, hoy Baleares está por encima de la media en financiación per cápita del Estado del bienestar. La quita no es un regalo, sino una compensación por la infrafinanciación histórica. Aunque el método no sea perfecto, rechazarla no tendría sentido.

"Rechazar la quita de deuda no tiene sentido"

Lluis Quetglas durante una entrevista en el Circulo de Economía.
Autor: J. Fernández Ortega.

¿Hay riesgo de que sea solo un parche?

Vivimos con parches desde 2009. La reforma debía revisarse cada cinco años y llevamos once sin tocarla. Pero hoy Baleares está por encima de la media y no vive una urgencia. Sí hay disparidades entre comunidades, pero nuestra posición es buena.

¿Cómo ve el debate lingüístico en la Educación de Baleares?

El Cercle defiende que los estudiantes dominen plenamente las dos lenguas oficiales al salir del colegio. Eso exige autonomía de centro y evaluaciones periódicas. Sin evaluaciones, no sabemos el nivel real. La política lingüística debe garantizar la cooficialidad, adaptándose al contexto de cada zona.

"La política lingüística debe garantizar la cooficialidad"

¿Cómo definiría la función del Cercle hoy?

Somos un espacio de análisis y propuestas sin sesgo político. Hemos impulsado proyectos culturales como la Cátedra Ramón Llull o un itinerario internacional llullista, con apoyo de la Casa Real. Y trabajamos en innovación y digitalización para mejorar sectores como la construcción de vivienda. Nuestro trabajo es discreto, pedagógico y orientado a mejorar el bienestar social con datos, no con opiniones. No entramos en polémicas ajenas a nuestra misión.

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