Al igual que los policías, los bomberos llevan a cabo una labor importante y valiosa para nuestra sociedad. Ya escribí sobre los primeros la semana pasada. Hoy es el turno de los segundos. Y lo hago por convicción. He vivido recientemente muy de cerca la acción conjunta de ambos cuerpos. Su labor tiene mucho valor, no solo social sino también económico.
El bosque de Bellver, un largo incendio que se ha reavivado con 4 focos en Sa Indioteria, otro cerca del Estadio Balear, otro en Cala Estancia. Estos son los últimos casos de la semana para los Bomberos de Palma. Este cuerpo se creó en 1855 y consta de 162 años. Atienden 6.000 casos cada año.
Como los policías locales, los bomberos de Palma también se han sentido maltratados y mostraron sus quejas recientemente en un Pleno de Cort. Ellos lo hicieron como saben: con el torso desnudo dando el mensaje de que estaban quemados, nunca mejor dicho, con el trato recibido.
Los bomberos del Consell actúan en el resto de municipios de Mallorca. El año pasado llevaron a cabo acciones diversas, todas de gran ayuda a la comunidad. Por ejemplo, atendieron un total de 1.825 incendios, una media de 5 cada día. 282 fueron en viviendas, 131 en vehículos, 41 en comercios y 8 en embarcaciones. Además, realizaron 1.123 rescates, 111 de personas, 82 en ascensor y hasta 508 de animales.
También encontramos a otro colectivo que pretende ser bombero pero inexplicablemente aún no se le reconocen esa categoría. En este caso, pretenden ser bomberos forestales. Me refiero a los trabajadores del IBANAT cuya rimbombante categoría es la de “Trabajadores forestales de biodiversidad”. Llevan años reivindicando la categoría de bombero simplemente para evitar, por ejemplo, que personas mayores de 55 años estén en primera línea apagando incendios que requieren los reflejos y esfuerzo propios de un joven. Se pretende que con la categoría de bombero, los mayores puedan jubilarse antes de los 65 o pasar a realizar una segunda actividad, de vigilancia o como conductor. En el pasado estuvieron a punto de concedérsela y la cosa no cuajó. Ojalá lo logren pronto.
No creo que estos tres colectivos trabajen por dinero. Con su condición física podrían dedicarse a cualquier otra cosa y no a soportar temperaturas infernales en un verano ya de por sí infernal, con equipamiento pesado y asfixiante. Y eso, antes del contacto con el fuego. Tienen que amar mucho sus profesiones. Aún recordamos los bomberos exhaustos tirados en la hierba tras el duro incendio de Portugal del mes pasado que costó la vida a 64 personas, muchos atrapados en sus vehículos, dejó 135 heridos y supuso pérdidas millonarias. Y como dijeron los oriundos: “Los bomberos lo han dado todo, hasta su vida, por una miseria de salario”.
El sueldo de los trabajadores de estos tres colectivos no es homogéneo y, en muchos casos, no llega a los 1.500 euros netos al mes. Lo que aportan a la sociedad lo supera con creces. Y si no, vean:
En 2015, en Mallorca se quemaron 52 hectáreas forestales. Pero, ¿cuántas se salvaron gracias a la labor preventiva y correctiva de nuestros trabajadores forestales? ¿Cuántas viviendas y personas se libraron de las terribles consecuencias que ocasionan los incendios, tanto en terreno rústico como urbano? Ahora que se habla tanto de la destrucción del territorio, ya sea por asfaltado de nuevas carreteras o ampliación de las existentes o por el consumo que hacen los turistas de los recursos naturales, no se piensa en lo rápido que un incendio destruye, de manera directa y veloz, el territorio ¿Qué vale una hectárea en Mallorca? Mucho para quienes queremos esta isla. Poco o nada para aquellos que provocaron deliberadamente o por imprudencia el 25% de los incendios. Los bomberos sí salvan el territorio. Ellos sí que merecerían fondos de la ecotasa para dotarse de más medios. Encajan en el objetivo de preservar y recuperar el medio natural. La labor preventiva es muy importante. Al igual que limpiar torrentes reduce riesgo de inundaciones, hacer lo mismo con el bosque, caminos o garriga, minimiza el riesgo de incendios.
¿Cuánto vale la vida de esas personas rescatadas el año pasado? Muchos habrían perdido la vida si el rescate se hubiera demorado ¿Y cuál es el valor del patrimonio salvado de las llamas, tanto en forma de viviendas rústicas o urbanas, como de vehículos? ¿Y el de nuestras mascotas o semovientes?
Son casi 8.000 acciones anuales llevadas a cabo por los tres cuerpos. Muchas de ellas de gran calado. A razón de 666 casos al mes. Casi a una acción por trabajador de cualquiera de los tres cuerpos y mes. A buen seguro que el resultado de esa acción tiene un valor económico y social más alto que el coste salarial de los bomberos.
Como beneficios cuantificables, no solo el ahorro que suponen a las aseguradoras al evitar daños en el patrimonio (barcos, casas y coches) y en las vidas de las personas sino también, el ahorro sanitario (tanto de atención médica como de rehabilitación) de personas envueltas en un incendio o en un rescate. ¿Y los costes psicológicos de quien, en caso contrario, hubiera perdido su patrimonio pasto de las llamas?. No hablemos de la pérdida de un familiar.
Como determinamos la semana pasada con la policía, los bomberos también son rentables para la sociedad porque aportan más de lo que cuestan. Y cuando actúan conjuntamente policía y bomberos son letales. Aparecen sinergias espectaculares entre ellos y dan mucho valor a sus acciones, ahorrando costes y generando grandes beneficios para la sociedad.