El pequeño comercio mallorquín recibe una nueva puñalada. En esta ocasión, son los ferreteros los que se echan a temblar con la apertura de Bricomart en el Polígono de Son Morro, en Palma. La patronal PIMECO ya anuncia cierres y destrucción de puestos de trabajo.
En un comunicado enviado a los medios, el Gremi de Ferreters de Mallorca, aseguran que esta apertura afectará al sector a medio plazo. Su presidente, Miquel Janer, recuerda que las dos últimas grandes superficies abiertas suponen más metros cuadrados que las de todas las pequeñas ferreterías de la isla.
Con Bricomart, dice, notarán una nueva bajada de ventas, lo que repercutirá en los puestos de trabajo. Por cada empleo de una gran superficie, se destruye 1.7 del pequeño comercio. "En estos momentos, muchas de las ferreterías estamos al límite", lamenta. "Buena parte son pequeños negocios familiares y con este tendencia, poco más del 20% pasarán a la siguiente generación".
El gremio insiste en medidas a nivel estatal para evitar una liberalización total del sector si no se quiere acabar con la vertebración social y económica de los núcleos urbanos.
