Más casos de multas no notificadas en Palma: "Me embargaron la nómina"

De hecho, los expedientes que se le han abierto a lo largo de estos últimos años por sanciones tramitadas, y no comunicadas, suman nada menos que 37. La cuantía de todas estas denuncias supera los 4.600 euros (concretamente, asciende a 4.662,68 euros). A esta cantidad cabe sumar otros 1.227 euros en multas impuestas a un segundo vehículo cuya titularidad corresponde al marido de la afectada. En su mayor parte, las sanciones tramitadas por Cort corresponden a la infracción de circular en tramos de Acire que la normativa solo permite en el caso de los propietarios de coches con tarjeta de residencia en esa zona. Otras multas se impusieron por superar el tope de velocidad establecido en diversas calles de Palma, que, generalmente, fija un máximo de 40 kilómetros por hora.

INFRACCIONES

En buena parte, estas infracciones han sido detectadas en la calle Pompeu Fabra, situada en las cercanías del Conservatori de Música i Dansa de les Illes Balears. Según el testimonio de varios afectados, esta vía pública concita una cantidad sustancial de expedientes por vulneración del límite de velocidad iniciados por el Consistorio y que forman parte del nutrido grupo de tramitaciones de multas no notificadas que tantos quebraderos de cabeza están originando a los ciudadanos de Palma: entre 900 y 1.000, siguiendo la estimación de la plataforma ‘Stop multes sense notificació’. Esta entidad ha sido constituida por el colectivo de titulares de vehículos afectados por la no comunicación de multas circulatorias en Palma.

EXTERNALIZACIÓN

Esta práctica ha empezado a generalizarse en sanciones tramitadas a partir de 2019, año en que el gobierno municipal externalizó el servicio de comunicación de estas denuncias y efectuó la adjudicación a CI Postal. Actualmente, y tras las numerosas anomalías que los ciudadanos han puesto en conocimiento del Consistorio, este ha optado por la rescisión unilateral del contrato que le unía con esta empresa valenciana, y ha alcanzado un acuerdo con la sociedad pública Correos para que se haga cargo del servicio con carácter temporal.

Posteriormente, Cort procederá a una nueva licitación, dotada con un presupuesto notablemente superior al de la etapa anterior y que establecerá la obligación de que el adjudicatario disponga de más recursos y medios, entre los que cabe destacar la habilitación de un departamento de atención al usuario. La historia de Iskra Kosadinova no es muy diferente a la que relatan otros vecinos de Palma que, de golpe y porrazo, y sin comerlo ni beberlo, se han visto en la tesitura de tener que afrontar deudas de miles de euros por sanciones circulatorias cuya existencia ignoraban.

ORDEN DE EMBARGO

En su caso, según narra, le llegó "una orden de embargo por valor de unos dos mil euros. Esto sucedió poco después de reincorporarme a mi puesto de trabajo (cuenta con la titulación de Magisterio en Educación Física), dado que, a causa de la pandemia, había permanecido una temporada en situación de ERTE”. Rápidamente, Iskra acudió a las oficinas de la Agencia Tributaria para interesarse por el documento que acababa de recibir y, una vez allí, se dio de bruces con otra sorpresa morrocotuda, además de profundamente desagradable: “Resultó que no había un único embargo pendiente. Había 20. Sentí como si la tierra quisiera abrirse bajo mis pies. Fue un momento terrible, porque todo tu mundo se desmorona ante una noticia que nunca te hubieras esperado”.

MULTAS EN ZONA ACIRE

Iskra mantiene ciertas dudas sobre algunas de las infracciones que se le atribuyen. Así ocurre, por ejemplo, con las sanciones por circular con su vehículo en tramos restringidos de Acire: “Concretamente, se trata de multas impuestas en la calle Nuno Sanç. Esta vía pública es, efectivamente, zona Acire en una parte de su trazado. Sin embargo, la notificación sitúa la infracción en un tramo donde el paso de los automóviles está permitido”. Otra dificultad imprevista con la que se encontró Iskra tuvo que ver con su empadronamiento: “Quise saber por qué esas multas no me habían sido comunicadas por parte del Ayuntamiento de Palma, así que solicité una cita en la sección de Multas. Cuando fui, un funcionario me avisó de que ocurría alguna situación anómala, dado que mi nombre no figuraba en el censo. ¡Y eso que ya por entonces llevaba más de 20 años residiendo en Palma! De hecho, desde que vivo en la ciudad, me he empadronado en tres domicilios diferentes, y hasta ahora no había sucedido ningún problema”.

ERROR CENSAL

Posteriormente, desde Cort reconocieron a Iskra que el error censal había sido cometido por la propia Administración municipal, y le confirmaron, al mismo tiempo, que esta equivocación ya había sido subsanada. Sin embargo, en el momento de producirse esta corrección, Iskra se hallaba ya inmersa en una difícil situación a causa de las notificaciones de multas que no habían llegado a su domicilio. “Cuatro de las sanciones que me habían impuesto, de 100 euros de cuantía cada una, pude pagarlas en el plazo reglamentario y beneficiarme de la cuota reducida, por lo que tuve que abonar tan solo 50 euros. En cambio, los expedientes que ya se hallaban en manos de la Agencia Tributaria debían seguir su curso. Estamos hablando de una cantidad cercana a los 2.800 euros, a la que hay que sumar otros 1.700 euros correspondientes al vehículo que es propiedad de mi marido”, cuenta Iskra Kosadinova a mallorcadiario.com.

ACUERDO DE FRACCIONAMIENTO

La alternativa por la que optó la titular del turismo fue llegar a un acuerdo con la ATIB para fraccionar la deuda y abonarla mediante cuotas cada principio de mes. Esta fórmula, según relata Iskra, “funcionó durante un tiempo, pero, en un momento determinado, cuando pensaba que el tema estaba solucionado, volvieron a intervenir mi cuenta bancaria. Han llegado a embargarme el sueldo íntegro a causa de las multas, y durante un año he tenido el sueldo retenido. Eso se dice pronto, pero es difícil de concebir que puedas encontrarte en una situación tan traumática y compleja”.

La razón de que se reactivara el bloqueo de las cuentas de Iskra se debió a otras dos multas de tráfico, igualmente no notificadas por Cort, que obligaron a su destinataria a reiniciar todo el proceso. “Psicológicamente, toqué fondo. En ATIB me habían confirmado que todo el problema con la intervención de mis cuentas estaba arreglado y que lo único que yo debía hacer era estar atenta, todos los meses, al mail que me enviaba la Agencia Tributaria para comunicarme qué cantidad económica debía pagar en ese periodo concreto. Y, cuando todo funcionaba más o menos bien, otra vez a negociarlo todo con la Agencia Tributaria, a tramitar papeles, hablar con el banco…Es desesperante. La impotencia que te invade es total y absoluta”, señala Iskra.

"ME HE SENTIDO TERRIBLEMENTE SOLA"

Más allá del apoyo de su familia y amigos, esta ciudadana nacida en Bulgaria, donde llegó a competir en importantes eventos deportivos, y que cuenta con la nacionalidad española tras más de 20 años de residencia en Palma, se sintió, como ella misma cuenta, “terriblemente sola” ante la cascada de malas noticias que se le venían encima y que ponían claramente en peligro su patrimonio y sus ingresos.

Para Iskra, existe una causa muy concreta para el despropósito que ha vivido a lo largo de estos años: el empecinamiento del Ayuntamiento de Palma de no notificar las multas de tráfico que impone, manteniendo al ciudadano en un estado de absoluto desconocimiento sobre una situación que, como ha ocurrido en este y otros casos, puede desembocar en embargos de nóminas y bienes. Iskra tiene muy claro que “si hubieran existido estas notificaciones, jamás hubiera permitido esta deriva de los acontecimientos. De hecho, en mi vida siempre he sido muy prudente. Cuando he recibido una multa, y se me ha comunicado, he ido a pagarla de forma inmediata para evitar recargos y acogerme a la cuota mínima. Si en el caso de estas multas no he actuado así es porque, simplemente, la Administración me ha negado este derecho”.

"ES MUY COMPLICADO LUCHAR CONTRA LA ADMINISTRACIÓN, AUNQUE NO IMPOSIBLE"

En cuanto a las posibilidades de que el recurso conjunto u otras iniciativas y reclamaciones que prevé plantear la plataforma ‘Stop multes sense notificació’ tiene visos de salir adelante, Iskra no se siente “especialmente optimista. Resulta muy complicado luchar contra los poderes públicos. No digo que sea imposible, claro. De hecho, yo misma afronté dos juicios contra un banco, y los gané. Pero hay que reconocer que quienes nos gobiernan tienen la sarten por el mango, y que a los políticos los problemas de los ciudadanos no les afectan para nada. Su única pretensión es seguir ocupando una silla”.

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