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Me las quitan de las manos

viernes 21 de mayo de 2021, 08:06h

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Las rebajas de verano en el ámbito educativo se adelantan como todos los años al mes de junio. El curso pasado, éstas fueron de escándalo. Aprobar fue un regalo caído del cielo. Pero no ahondaré en agua pasada porque lo verdaderamente importante está, ya no sólo en el presente, sino en el futuro.

Si ése fue el panorama anterior, el de este año con la LOMLOE en vigor no es mucho mejor. Promocionar de curso ya no dependerá del número de asignaturas suspendidas sino de la consecución de los objetivos de la etapa y de la consolidación de las competencias clave adquiridas por el alumno. Como idea teórica, no puede parecer descabellada; pero cuando la llevamos a la práctica surgen un mar de dudas infinitas que la normativa no contempla y que deja al albur de cada centro educativo cómo hacer esa evaluación.

Podemos pensar que un alumno que suspende muchas asignaturas no tiene consolidados los indicadores determinados para evaluar una competencia u otra. Pero puede que no sea así. De igual modo que un alumno pude tener todas las asignaturas aprobadas y no haber consolidado las competencias clave.
¿Y esto por qué sucede? Porque a día de hoy, el profesorado no está preparado para impartir su asignatura en clave únicamente competencial. En muchos centros se sigue trabajando con una línea metodológica decimonónica.

Si realmente las competencias estuviesen bien trabajadas dentro de cada una de las unidades didácticas de las concreciones curriculares, no estaríamos debatiendo este asunto. El problema, por tanto, es de cambio de concepción cultural del sistema.

Una vez solventado este bache nos encontramos con otro no menos angosto. Seguimos sin cultivar la ley del esfuerzo. Indirectamente al alumno le estamos transmitiendo que puede pasar de curso con asignaturas suspendidas. ¿Le estamos ayudando? Sí, le ayudamos probablemente a aumentar su desmotivación por los estudios. Para que lo visualicen. Un alumno que promociona de primero a segundo de la ESO con tres asignaturas; de segundo a tercero con dos; de tercero a cuarto con tres, llega al último curso de la etapa con siete asignaturas. ¿Qué opciones de éxito escolar tiene este alumno? Ninguna. Psicológicamente está desbordado y no se ve capaz de gestionar esa situación.

Pero yo voy más allá. Esto no es una cuestión de números. Se trata de conocimiento y crecimiento personal. Se puede cultivar la cultura del esfuerzo eliminando el mecanismo de la repetición de curso. Se puede cultivar la cultura del esfuerzo centrando el sistema en el alumno. Se puede cultivar la cultura del esfuerzo trabajando emocionalmente con el alumno para que se sienta fuerte para tolerar la frustación. En definitiva, se puede conseguir un sistema educativo mejor.

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