El cabotegravir inyectable se administra cada dos meses y ofrece una alternativa a la PrEP oral diaria, facilitando la adherencia al tratamiento y proporcionando una opción adicional para las personas en riesgo de infección por VIH. Sin embargo, la falta de financiación pública limita el acceso a esta herramienta preventiva, especialmente para aquellos que podrían beneficiarse más de ella.
Organizaciones y expertos en salud pública han expresado su preocupación por esta decisión, argumentando que invertir en métodos de prevención efectivos es esencial para reducir la incidencia del VIH en España. Además, señalan que la disponibilidad de múltiples opciones de PrEP es crucial para adaptarse a las necesidades y preferencias de diferentes poblaciones.
Se espera que las autoridades reconsideren esta medida y exploren vías para garantizar el acceso equitativo a todas las formas de PrEP, incluyendo el cabotegravir inyectable, en el marco de los esfuerzos continuos para combatir la epidemia del VIH en el país.