Miquel Contestí es, para muchos, la persona más importante en los 108 años de vida del RCD Mallorca. No en vano, salvó a la entidad de la desaparición poco después de que aquel vergonzoso encierro de los jugadores en el vestuario por no cobrar. Bajo su presidencia, los bermellones pasaron de militar en la Tercera División balear a codearse con los grandes del fútbol español y llegar a la primera final de la Copa del Rey en 1991. En mallorcadiario.com hemos charlado con él para conocer sus sensaciones de cara a la cita del próximo sábado 6 de abril en Sevilla.
Sin Miquel Contestí, el RCD Mallorca nunca hubiera jugado ante el Athletic Club la final de la Copa del Rey de este año en La Cartuja. De esta manera, se explica la vital importancia de un mallorquín que lo dejó todo para salvar al club de sus amores. En aquella época, el club no tenía ni jugadores y debido a las deudas, no podía ni inscribirlos. De hecho, no había ni para comprar balones ni cal para pintar las líneas de un añorado Luis Sitjar en el que las puertas se caían.
A base de trabajo y convicción, Contestí resucitó al Mallorca y al mallorquinismo. Tres ascensos en cuatro temporadas, dos de ellos con Antonio Oviedo, devolvieron al club a la élite tras 13 largos años de travesía por el desierto. En 1991, y tras dejar en la cuneta a Valencia y Sporting de Gijón en cuartos y semifinales, respectivamente, los por entonces entrenados por Serra Ferrer llegaron a la final de la Copa del Rey por primera vez en su historia. "Estoy seguro de que si no hubiéramos jugado en el Bernabéu, al Atlético de Madrid de Jesús Gil le ganamos", reconoce todavía Contestí a mallorcadiario.com.
"La verdad es que aquel conjunto que entrenaba Llorenç (Serra Ferrer) era un equipazo. Empezando por Zaki, que era gran portero y al que tengo un especial cariño, y con una defensa que lideraba Esteve Fradera. En el centro del campo, estaba Miquel Àngel Nadal y en punta contábamos con un Álvaro Cervera (aquella tarde suplente) que a mí me encantaba, si bien a veces era un poco irregular. A pesar de que todo estaba en contra, tuvimos nuestras opciones", rememora con gran vitalidad.
Contestí lamenta "no haber poder traído traer la Copa a la isla. Hubiera sido muy bonito, sobre todo para poder celebrarlo con las miles de personas que no pudieron venir. Aunque bueno, ese Mallorca siempre será recordado por todos como el primero que hizo soñar con lograr un título, algo que era impensable unos años atrás".
LA FINAL DE LA CARTUJA
Sobre la final del próximo sábado 6 de abril, el que debería de ser presidente de honor de la entidad apunta que "veo al Mallorca con serias opciones, sobre todo si es capaz de marcar primero. A ellos (en alusión al Athletic Club) les costaría mucho marcarnos dos goles, ya que tenemos una muy buena defensa y un gran portero, juegue el que juegue".
Contestí afirma que "que el partido se juegue en Sevilla aumenta nuestras posibilidades. Si se jugara en Bilbao, como en nuestros tiempos pasó con Madrid, lo vería imposible", subraya para luego matizar que "el fútbol de ahora nada tiene que ver con el de antes, cuando los presidentes eran auténticos seguidores de su club. Ahora todo es un negocio".
"Me gusta la forma que tiene Javier Aguirre de plantear los encuentros. Es un entrenador con una dilatada trayectoria y con mucha experiencia que sabe aprovechar muy bien sus armas, tal y como está sucediendo esta temporada con el balón parado", comenta Contestí, que seguirá el encuentro por televisión. "Ya no tengo edad para viajar", lamenta.
El expresidente bermellón advierte que "el Athletic saldrá con todo, sobre todo teniendo en cuenta que llevan 40 años sin ganar la Copa". De hecho, la última vez que lo hizo fue en la conocida como 'La batalla del Bernabéu' ante el FC Barcelona de Maradona y Schuster. Aquella tarde, el autor del gol que le dio el título a 'Los Leones' fue Endika, un delantero al que años después fichó Contestí para su Mallorca.