Hasta el 30 por ciento de las mujeres mayores de 25 años padece acné, por tanto, aunque está presente sobre todo en un cuarto de los jóvenes de entre 19 y 24 años, los datos muestran que no solo es un problema de la población adolescente, según han destacado expertos presentes en la I Jornada sobre Nuevos Avances en el Acné y la Respuesta de Uriage. El estrés, el tabaco, el uso de cosméticos comedogénicos o los cambios hormonales pueden originar este problema; incluso, el factor genético tiene también una gran incidencia, lo que explicaría la transmisión de la enfermedad de padres a hijos.
En el encuentro, organizado por la Universidad de La Rioja (UNIR) y Laboratorios Uriage en Madrid, la doctora Cristina García Millán, dermatóloga del Grupo de Dermatología Pedro Jaén, ha recordado que “el tratamiento del acné requiere de adhesión por parte del paciente, no vale con aplicarse el cuidado un par de días, es necesario revisión y supervisión para evitar la frecuente aparición de rebotes”.
“Es importante utilizar productos dermocosméticos con texturas apropiadas que faciliten la aplicación y que ayuden a mejorar la apariencia de la piel, además de estar formulados con principios activos tolerantes”, ha incidido. Gracias a los últimos avances en dermocosmética, hoy existen muchas opciones para dar respuesta a este tipo de piel: higienes con y sin aclarado, y tratamientos con texturas ‘oil-free’, hidratantes y que regulan el exceso de sebo.
Más allá de elegir un buen producto, “resulta obligatorio la utilización de fotoprotección para evitar las marcas residuales y las manchas en la piel”, explica García Millán, para quien es clave la protección solar los 365 días del año en pacientes acnéicos.