Este viernes en las primeras jornadas autonómicas de la Semergen que se celebran en Palma, se abordaran tres enfermedades de gran impacto en la calidad de vida de los ciudadanos. Las tres DES: Depresión, Diabetes y Disfunción eréctil. El lema elegido no puede ser más afortunado y más actual: la asistencia centrada en el paciente.
En el tema de la Salut Mental se dará formación sobre los criterios de selección del tratamiento antidepresivo, en cuanto a su perfil de seguridad, tolerancia e interacciones ( Dr. Virgiliio Traid) y posteriormente yo mismo desarrollaré el tema de cómo aumentar el cumplimiento del tratamiento en los pacientes psiquiátricos, acabando con un taller práctico sobre como negociar con el paciente no cumplidor ( Dr. Oriol Lafau y dr. Toni Zamora).Partamos de un dato demoledor en un área en la que existen, o se han están desarrollado rápidamente terapias eficaces, es realmente descorazonador ,comprobar que la mitad de los pacientes a los que se les prescribe una terapia adecuada, no logren beneficiarse totalmente de esta debido a una inadecuada adhesión terapéutica.
Los médicos damos un mal ejemplo, ya que solemos ser malos pacientes en cuanto a estilos de vida y seguimiento de los regímenes terapéuticos. Una cosa es predicar y otra dar trigo. Las consecuencias del incumplimiento antidepresivo son nefastas en cuanto a la no recuperación total de la depresión, el impacto sobre la funcionalidad, las bajas laborales prolongadas, la hiperutilizacion de los servicios sanitarios, las hospitalizaciones, las recaídas, el impacto familiar y en algunos casos el suicidio.
Muchos pacientes no acuden a sus citas programadas o acuden de forma irregular con lo que la evolución tiende ser desfavorable sobre las enfermedades crónicas que son las más emergentes. Otros muchos abandonan prematuramente el tratamiento, lo que es particularmente grave en el caso de los antidepresivos que alcanzan su eficacia entre los 14 a 21 días.
Hay muchos factores incluidos en la falta de adherencia: de la enfermedad, del profesional, del sistema y sobre todo de la relación médico-paciente. El no cumplir no solo es achacable al paciente. Claro que es el responsable. Pero el medico también tiene su corresponsabilidad. A más confianza, mejor comunicación, respeto a los valores del paciente más colaboración para tomar decisiones prudentes compartidas. Siempre tenemos que contar con la autonomía del paciente. A más disponibilidad del médico más adherencia. Cuanto más confortable y cálida sea la relación más compromiso del paciente para cumplir.
El mal cumplimiento, si lo integramos en el proceso interactivo del paciente y del médico podría considerarse un indicador del grado de burnout del profesional, de la calidad y calidez de la alianza terapéutica, del gradiente transferencial del paciente : resentimiento, no exploración de preocupaciones y creencias del paciente, grado de insight, tipo de personalidad etc, del modelo de relación médico-paciente que se tiene, de la formación bioética del profesional, del reciclaje formativo ( habilidades de comunicación) del médico, del gradiente o mejor dicho ira contratransferencial ( se da más en medicos narcisistas, omnipotentes, y autoritario, intolerantes con la incertidumbre, articulándose a veces en forma de sobre prescripción y ensañamiento terapéutico y por último de fenómenos de resistencia ( enfermedad preferible a salud, estigma, tomar medicación es estar más trastornado, identificación con familiares que tuvieron experiencias negativas) .
Siempre hay que implicar a la familia y programar una adecuada supervisión. Hay cuatro componentes en el quehacer médico que influyen en el compromiso del paciente respecto al tratamiento: la compasión, la comunicación, la estimulación de la automotivación y la responsabilidad compartida con el paciente.
Ah y recuerden aun, aquí y ahora que estamos en derrota transitoria pero nunca en doma y menos aun en quejorrea lacrimógena y moqueante.