”España mi natura, Italia mi ventura, Flandes mi sepultura”, de tal ripio sentenciador lo desconoce Sánchez, Iglesias y la feminazi Montero. Como igualmente el Edicto Perpetuo de 1577 en virtud del cual las tropas españolas abandonaron los Países Bajos. Ahora, los dos personajes desean que los españoles desconozcamos que Flandes, Holanda, nos ha puesto la argolla en el cuello presupuestario y que el Marco de Recomendaciones del Semestre Europeo es un remedo de aquel Edicto, que no obliga a España a salir de Flandes, de la UE, sino que permite a la UE meterse en las vidas y haciendas de los españoles.
El paseíllo a Sánchez, sinopsis de la muerte del proyecto social comunista, inaceptable para la UE, fue el insensato anuncio de una vida de penuria para las próximas generaciones. Generaciones que, por décadas, deberán trabajar medio año para pagar deudas públicas, y el resto para no acumular propias.
Los proyectos del gobierno social comunista, de rimbombantes títulos, verde, feminista, ecologista, impactante, histórico, innovador, progresista …, van camino del vertedero de la demagogia. La Next Generation Europe no contempla ni la compra de votos ni la creación de ubres amamantadoras de chiringuitos y tabernas de suegros, parejas, cuñados, primos, concubinas, etc.
Europa le ha dicho al presidente sin papeles que no está dispuesta a pagar comilonas ni merendolas ni empoderamientos de familiares. Expresando, implícitamente, que no entiende cómo es posible acumular tanto déficit, tanta deuda pública, tanta pobreza, tanto paro, en solamente dos años. Y ello a pesar de contar con un gobierno de 22 ministerios, docenas de Secretarias de Estado, cientos de direcciones generales y un montón de asesores y expertos en no se sabe muy bien qué.
El llamado Marco de Recomendaciones, odiado por Sánchez y estúpidamente tapado por Iglesias, es muy claro: o hacen lo que recomienda o se cierra el grifo. Ahora, ambos señores, ya casta sublime, pretenden que no nos creamos que se ha cavado a sus pies una sepultura en Bruselas, y para lograrlo hacen gala de su gran facultad, la manipulación y el embaucamiento. Sin embargo, como engreídos farsantes, se olvidan de que el resto de los mortales tenemos derecho a nuestra identidad personal e histórica. Y, como sabemos leer, encontramos fácilmente todo cuanto nos esconden y nos falsean. No hay que olvidar que son la mentira con patas.
Y lo que se lee es la exigencia de austeridad, o sea, que la tasa de crecimiento nominal del gasto público primario neto no supere el 0,9 por ciento anual.
Flexibilidad laboral, sin derogación de la reforma de 2012 y menos diferencia en las indemnizaciones por despido, es decir, políticas de empleo mejoradas.
La productividad incentivando la creación de empresas. Lo del salario mínimo, congelado.
En cuanto a las pensiones, el informe comunitario es diáfano: la revalorización de las pensiones con el IPC y la derogación del Factor de Sostenibilidad, que amolda el cobro de la prestación a la esperanza de vida, corren el "riesgo de beneficiar a los pensionistas de hoy en día a expensas de las generaciones futuras, a menos que se apliquen medidas compensatorias". O sea, pan para hoy, hambre para mañana. Los piojos vendrán solos.
Subir el IVA, pero no tanto como eliminar exenciones y reducciones y trato preferente para tipos reducidos.
Facilitar los negocios; el informe Doing Business de 2020 del Banco Mundial, es sumamente explícito: "Las restricciones en los servicios minoristas siguen siendo elevadas […] España está entre los diez estados miembros que más restricciones imponen a la apertura de establecimientos minoristas y el segundo más restrictivo en cuanto a su explotación". Y, según la regulación del mercado de productos de la OCDE, "España es también más restrictiva" que la mayoría de los países de la UE, según recoge este estudio.
Unidad de mercado, una gran piedra en el zapato del Gobierno. O, mejor, diecisiete piedras en cada zapato. Es casi imposible acabar con lo que la UE denuncia: "La aplicación ineficaz de las normas del mercado único incrementa la incertidumbre para los operadores económicos y reduce así los incentivos para la inversión”.
Por último, la UE recomienda a España incentivar la inversión, para lo cual es preciso mejorar, entre otros aspectos, la normativa empresarial, los costes energéticos, la normativa laboral y la disponibilidad de personal cualificado.
Resumen de todo ello: el programa de gobierno surgido de la moción de censura se va al garete. El noventa por cien de todo lo anunciado como ejecutable por el entonces candidato ha sido demolido en las dos noches en las cuales trasnochó Sánchez, el Ronaldo de la mentira y la falsedad. El diez por ciento restante ya se cumplió: exhumar a Franco.
Lo histórico no es el plan Marshall inexistente; lo histórico es la llamada de los miembros comunitarios a la sensatez política y económica, a las políticas liberales triunfantes en Finlandia, Holanda, Suecia, reclamadas (¡Pasmo!) por gobernantes socialdemócratas, con más sentido común y menos engreimiento que el hombre aplauso.
La cuestión está en saber cómo cumplirá el ambicioso psicópata narcisista (Véase test del Dr. Robert Hare) con ese Marco de recomendaciones y su espada de Damocles, en la compañía de un vicepresidente bolchevique. Será todo un espectáculo, éste sí histórico, digno de contemplarse.