Han pasado casi 8 meses desde las primeras elecciones para esta nueva Legislatura, tiempo suficiente en otros ámbitos, para por ejemplo, sacar adelante un curso escolar, algún Master específico, crear y planificar varios negocios, escribir un libro, dirigir una gran película, pero de ninguna manera para llegar a acuerdos políticos.
Claro, lo primero son ejemplos de lo que hacemos los seres mortales en nuestra vida cotidiana y ahí no valen excusas, hay que empezar y terminar las cosas, porque nos va nuestro futuro en ello, pero en la órbita de los políticos, eso no es un razonamiento correcto, porque al igual más de la mitad de esos meses se los han pasado pegándose cuchilladas entre ellos y en muchos casos, las cuchilladas han sido de fuego amigo.
Ya no cuela aquello de: “me voy a la oposición, pero digo no a la única opción de governabilidad” sencillamente porque es irreal e incluso Kafkiano. No te puedes ir a la oposición sino hay un Gobierno, es así de sencillo, lo otro es simplemente un postureo. Támpoco puedes formar Gobierno a cualquier precio y con partidos que estan en las antípodas del mensaje que te ha llevado a tener representación en el futuro Congreso.
La conclusión es sencilla, que realmente hagan lo que dicen, si el PSOE ha optado por irse a la oposición, no le queda más remedio que , mandar abstenerse a un número de diputados para que haya Gobierno. No tienen porque tragarse cuatro años en el banquillo, pero por lo menos desencallar la situación.
Creo sinceramente que el primer partido que sea generoso y facilite la formación de un Gobierno en este País, será el próximo que en unas nuevas elecciones generales lo gobierne y eso hay gente en el PSOE que lo tienen muy claro y si el resultado de las elecciones hubiera sido al contrario, ganador PSOE y segundo PP, pensaría exactamente lo mismo, pero claro yo no soy político.





