El Govern de les Illes Balears ha decretado tres días de luto oficial, de igual modo que lo ha hecho el Gobierno de España, por el trágico accidente aéreo sufrido por el avión de la compañía Germanwings que cubría el trayecto entre Barcelona y Düsseldorf. El vuelo 4U9525 se estrelló el martes en los Alpes franceses con 150 personas a bordo (de ellos 51 españoles, según las últimas informaciones facilitadas por las autoridades), por motivos que están siendo investigados por los organismos competentes. Además, no pocos de los pasajeros viajaban de regreso a Alemania tras haber pasado el fin de semana en Mallorca. La consternación es total es España, Alemania y Francia.
El transporte aéreo es un medio de transporte mucho más seguro que cualquier otro, como reflejan las estadísticas, lo que no impide que acontezcan luctuosas tragedias como la que nos ocupa. Hablamos de un sector, la aviación, donde la seguridad y la profesionalidad priman sobre cualquier otra circunstancia y sometidos a estrictos procedimientos de supervisión y control. También en las aerolíneas de bajo coste, con idénticas exigencias de seguridad que el resto, no menores. Las “low cost” deben cumplir y cumplen mismas las exigencias internacionales de seguridad que el resto y estadísticamente no sufren más incidentes. Esperemos las conclusiones que arroje la investigación oficial que capitanea Francia, con el análisis de las cajas negras.
