El inicio de la legislatura está siendo absolutamente lamentable para uno de los departamentos clave del Govern de les Illes Balears, la conselleria de Salud. Si ya produjo rubor comprobar cómo la consellera Patricia Gómez nombraba a su propio marido, Juli Fuster, como director del Ib-Salut, lo cual ofrece a la ciudadanía una vergonzosa imagen de nepotismo, ahora la consellera se ha superado a sí misma nombrando asesor técnico de su departamento a un joven de 20 años llamado Jordan Thomas, del que no consta que tenga ni formación adecuada ni experiencia alguna, pese a lo cual será retribuido con 46.283 euros al año.
A decir de Pilar Costa, portavoz del PSIB al joven Thomas no le hace falta ni formación ni experiencia laboral alguna, porque lo que se requiere para un cargo de confianza política es el carné del PSIB y haber trabajado codo con codo junto a Juli Fuster (repetimos, el director del Ib-Salut, marido de la consellera) en las elecciones municipales de Santanyí.
La cúpula del PSIB –no así sus bases ni su militancia, como demuestra que el secretario de organización de la agrupación socialista de Santanyí, Joan Sbert, haya anunciado su dimisión por esta incomprensible designación– no parece haberse dado cuenta de la gravedad de estos nombramientos ni del hartazgo de la ciudadanía hacia comportamientos tan poco éticos. En un departamento como Salud, con numerosos problemas de toda índole, se opta por contratar asesores sin ninguna capacidad demostrada en lugar de profesionales que puedan paliar las listas de espera. Todo ello por no citar el voluminoso número de altos cargos que aún están pendientes de designar al frente de departamentos vitales para el funcionamiento de la conselleria.
Xavier Pericay, portavoz de Ciutadans, ha solicitado la revocación del nombramiento de Thomas y de no producirse, la dimisión de la consellera Gómez. Es la primera petición de dimisión que se hace desde la oposición, cuando no hace ni un mes que la consellera asumió el cargo. No ha empezado bien la legislatura.
En un gesto que le honra, Jordan Thomas anunció a través de Twitter que renunciaba a su puesto. Esta decisión es muy adecuada y palía solo en parte la decisión adoptada por la consellera de Salud, que debiera tomar conciencia de lo que se trae entre manos y evitar polémicas innecesarias que la ciudadanía no comprende ni acepta.
