Normalidad casi total en el arranque del curso escolar en Baleares

El curso escolar se ha iniciado con normalidad y sin incidencias reseñables en los centros de Baleares, algo que conviene destacar dada la complejidad de gestionar un sistema educativo cada vez más amplio y diverso.

La entrevista al conseller de Educación y Universidades del Govern, Antoni Vera, publicada el domingo en este digital, demuestra la solvencia de un político que combina la experiencia docente con una dilatada trayectoria como gestor educativo.

Vera subraya que las aulas acogen este año a más alumnos que nunca y cuentan, al mismo tiempo, con más profesores y más atención a la diversidad. Esto implica una capacidad de planificación y organización significativas, que se traduce en un inicio de curso tranquilo, con el profesorado prácticamente al completo y nuevos centros en funcionamiento. La gestión de estos recursos humanos y materiales, habitualmente fuente de preocupación, se ha resuelto de manera satisfactoria en este arranque de la actividad docente.

La gestión de estos recursos humanos y materiales, habitualmente fuente de preocupación, se ha resuelto de manera satisfactoria en este arranque de la actividad docente

Es importante que se avance con determinación en la ejecución del plan de inversiones en infraestructuras educativas que, con un horizonte de diez años y una dotación de 600 millones de euros, busca dar respuesta a las necesidades de crecimiento demográfico y a la modernización de colegios e institutos.

Se trata de un proyecto que requiere tiempo y constancia, pero que apunta en la dirección correcta para garantizar espacios adecuados a las exigencias del presente y del futuro. A ello se suma el reto de la adaptación climática de los centros ya existentes, una cuestión de gran importancia en el contexto actual y que la Conselleria sitúa entre sus prioridades.

Respecto al denominado “caso Roldán”, si acaso el único incidente importante que altera la normalidad, el conseller Vera deja claro que los márgenes de actuación desde la administración educativa son limitados, más allá de la supervisión y las medidas ya adoptadas para que el docente condenado por acoso a un alumno, desarrolle tareas de apoyo y siempre bajo supervisión. Pese a lo espinoso del asunto y el lógico desasosiego de las familias, la transparencia con que se aborda este asunto contribuye a reforzar la credibilidad institucional.

Antoni Vera explica que se el esfuerzo de su departamento se centra en reforzar los conocimientos básicos, dotar de mayor flexibilidad a la enseñanza de lenguas, reducir burocracia al profesorado y regular el uso de dispositivos electrónicos en las aulas. Se trata de medidas prudentes y realistas que, sin alardes, buscan consolidar las bases de un sistema educativo sólido, capaz de responder a los retos de la sociedad balear.