En un primer momento, al leer en la prensa de ayer que se había cancelado la integración de la tarjeta de transportes de la EMT con la del metro y de los servicios de autobús intermunicipales, pensé que era porque el coste de los trabajos técnicos era inasumible. Se hablaba de siete millones de euros, lo cual me parecía un poco exagerado pero aquí, la verdad, todo es posible. Una lectura detenida de la noticia explica que los costes informáticos en realidad son de 140.000 euros y que los siete millones se corresponden con el dinero que el Consorcio del Transporte de Mallorca, el gestor de la tarjeta de SFM y de los buses interurbanos, debería pagar a la EMT por la integración de tarifas; es lo que la EMT cobraría para que los viajeros que llegan a Palma después de viajar pagando el metro, tengan el derecho a subir al bus sin un coste adicional. La información es un poco extraña: llama la atención que, aunque aún no hay responsables de casi ninguna organización de transporte, ya se descarten proyectos absolutamente básicos para el futuro. Pero, dicho esto, si lo que no se está dispuesto es a pagar la compensación entre los servicios ¿qué se pensaban que era la integración? La integración es fijar un precio integrado, conjunto. Eso es lo que es. Imagínense la integración en Barcelona, donde hay tantas empresas afectadas. O en Berlín. O en la caótica Roma. La integración considera el sistema como un todo y crea compensaciones interiores. La integración ofrece dos grandes ventajas: por un lado simplifica la vida al ciudadano, aumentando el número de viajeros y, por otro, limita el uso del coche. La integración debe generar nuevos viajeros. ¿O es que alguien se piensa que los viajeros que pudieran usar el billete integrado están hoy pagando dos veces por lo mismo? No, hoy van en coche porque es más simple. O caminan. ¿Qué harían nuestros políticos si les dijéramos que aquí no sólo es necesario crear el billete único de transportes, sino que también habría que crear un tiquet único para turistas que permita pagar el transporte y además las entradas en los museos? Se morirían porque eso significa compensaciones económicas, significa que nadie pierda, equivale a tener mecanismos interiores para equilibrar. Significa también propiciar un incremento de usuarios. Pero es que eso es la gestión, para eso están ahí, para eso los hemos votado. Sin embargo, si la información publicada ayer es correcta, nos despachan con que es mucho dinero, que es lo mismo que decir que no son capaces de resolver el problema. Han permitido que la EMT pierda 24 millones de euros al año, que SFM pierda 48 millones, pero no que los pasajeros tengan algunas comodidades. ¿La alternativa a las compensaciones es llegar a Palma desde Inca y tener que pagar el bus aparte? ¿Es alternativa llegar de la Universidad en metro y tener que pagar el bus aparte? ¿Sirve de algo hacer un aparcamiento en Son Fuster, dejar el coche, tomar el metro y no poder dejar la plaza de España sin pagar adicionalmente?





