Ha llegado la hora y el momento de que la Conselleria de Salut explique con luz y taquígrafos cuáles son sus planes para esta legislatura, porque han pasado los días y todo lo que se conoce es a través de filtraciones, que están provocando numerosas especulaciones y noticias contradictorias. Y, como siempre, se dirá que la culpa es de periodistas y articulistas que se dedican a sugerir, a insinuar o a dejar caer alguna que otra medida, contando y opinando sobre lo que no saben. Pero no, la culpa la tienen única y exclusivamente los que callan ante esta situación. La consellera Carmen Castro, y el director general del Ib-Salut, Juan José Bestard, deben comparecer ante la opinión pública y decir qué hay de verdad y de mentira en todo lo que se está diciendo estos días, porque la política de dejar caer noticias para ver cuál es la reacción de la ciudadanía no es admisible en estos tiempos en los que cada día se le están pidiendo más y más sacrificios. ¿Es cierto o no que se van a suprimir todos o algunos PAC? ¿De ser así, se ha calibrado el más que probable colapso de las urgencias hospitalarias? ¿Se va a mantener o no Gesma? ¿Se va a cerrar algún hospital? ¿Se va a suprimir la Gerencia de Atención Primaria? ¿Se va a poner fin a las fundaciones?... Un gran número de interrogantes y ninguna respuesta; es más, ni siquiera se ha completado el nuevo organigrama de la Conselleria, algo impensable tras el tiempo transcurrido. Es hora ya de decirle a los ciudadanos lo que va a pasar con la sanidad pública de Baleares, el punto en el que estamos y al que se quiere llegar, porque hasta ahora todos nos movemos en el terreno de la especulación y esto es algo que no puede ni debe continuar un día más. Los ciudadanos no están para estos juegos.
