Rosa Estaràs ha sacado los colores a los eurodiputados al desmarcarse votando a favor de que sus señorías vuelen en clase turista. El revuelo ha sido mayúsculo por la indignación que se ha suscitado después de que la mayoría de los parlamentarios votasen en contra de aplicarse a sí mismos la austeridad que se reclama a los ciudadanos. La política de Valldemossa ha quedado a flote tras este nuevo golpe a la imagen de los europarlamentarios que hace escasas semanas ya se vieron en el ojo del huracán al revelarse que muchos acudían los viernes a su puesto de trabajo con la maleta y firmaban para irse a casa y no precisamente en clase turista. Mal ejemplo europeo ante el que la mallorquina ha sabido mantenerse leal a su conciencia.





