Hace unos días el PSIB anunció que presentarían en el Parlament de les Illes Balears una proposición no de ley para que la Cámara reconozca el derecho de las mujeres a su salud sexual y al aborto, además de para instar al Gobierno central a derogar la reforma de la Ley del Aborto impulsada por el Ejecutivo para impedir que las mujeres de entre 16 y 17 años puedan interrumpir su embarazo sin el consentimiento de sus padres o tutores.
En respuesta a esta iniciativa legislativa que tiene mucho de declaración de intenciones y de resolución política y altamente ideologizada y muy poco de efectiva y de eficaz, pues una proposición no de ley no obliga a nada ni tiene efectos legislativos, el grupo antiabortista Derecho a Vivir lanzó un comunicado de prensa para denunciar que el PSIB “pretende que el Parlament obligue a las mujeres a abortar”.
El comunicado de Derecho a Vivir roza el esperpento porque la lectura que hace no puede estar más alejada de la realidad. Una cosa es que se debata y someta a votación una propuesta concreta a favor del aborto, como pretenden los socialistas, y otra cosa es que esa resolución obligue a ninguna mujer a abortar. Hacer interpretaciones como la que hacen los antiabortistas es del todo ridículo y les deja sin ninguna credibilidad. Su costumbre de lanzar comunicados de prensa los domingos, sabiendo que si los emitiesen cualquier otro día de la semana apenas tendrían repercusión, debiera hacer que sus planteamientos fuesen más sólidos o al menos, más ajustados a la realidad de lo que se dice denunciar.