Palma está sucia, Palma está sucísima, Palma da mucho asquete. Por todo ello desde el Ayuntamiento han puesto en marcha una nueva campaña de limpieza. Han comprado mogollón de máquinas de esas que te dejan las aceras niqueladísimas como para poder comer en el suelo y prometen que la porquería está llegando a su fin de la mano de Súper Neus y si al final es así podremoss canonizar a la concejala Truyols y ponerle una estatua en lugar del mamotreto de Sa Faixina y en Semana Santa sacarla en procesión si fuera menester y por supuesto con el beneplácito del Obispo y del PP. Si lo consiguen se marcarán un puntazo casualmente con las Elecciones asomándose en el calendario y es que aunque lo parezca nada es casual y el alcalde lo sabe.
Desde la oposición en el Partido Popular siguen dando guerra y animan a la gente a que cuelguen muchas fotos en las redes sociales para que vaya calando la idea de que sin ellos Palma está MÉS sucia que antes. Se olvidan Marga Duran y los suyos que ni en todos los años de Fageda, Cirer y Mateo Isern consiguieron que Palma brillase y fueron incapaces de meter en vereda a los trabajadores de Emaya más preocupados por sus sueldos y prebendas que no por la limpieza de una Palma que debería lucir como una patena todos los días del año. En el PP quieren ganar votos desesperadamente y esperan que la mierda les haga rascar algún voto y es que las encuestas por el momento no les son muy halagüeñas que digamos así que están echando la poca carne que tienen en el asador. En Ciudadanos mientras lo único que les preocupa es el catalán que es lo que a ellos les da votos.
Vale que hasta ahora los del Pacte de Progrés (ahora Govern de la Gent) no han sabido manejar la situación pero no nos olvidemos que el incivismo de los ciudadanos ha ido a más y es que no hace falta tener ningún máster para saber que día de la semana toca sacar los trastos ni que las bolsas van dentro del contenedor y no van fuera desparramadas como si viviésemos en una favela tercermundista. Hace falta que todos nos impliquemos y colaboremos para que Palma no se convierta en una pocilga inmensa. Mientras es hora de que el Ayuntamiento empiece a limpiar de verdad y a poner muchas multas y que así al que ensucie le salga muy cara su estupidez e insolidaridad.
