Antich está decidiendo qué futuro político le espera. Al día siguiente de las elecciones parecía que asumiría responsabilidades por la derrota electoral del día 22 de mayo, lo que supuestamente debería significar su adiós a la política tras llevar dos décadas cobrando un sueldo público. Me equivoqué. Lo que ahora plantea el PSOE es que Antich pueda quedarse como jefe de la oposición hasta las próximas generales, donde sería el candidato de los socialistas. Toma renovación y autocrítica. La otra opción es que Antich se marche al Senado. Por lo que parece, Antich no tiene ni la más mínima intención de retomar su vida privada ni tampoco dar un paso atrás en su partido. Armengol también actúa como si nada hubiera pasado y aspira a controlar el grupo parlamentario socialista durante los cuatro próximos años, además de hacerse con las riendas del partido a nivel balear. Recordemos que Armengol también perdió las elecciones, pero para ella tampoco ha pasado nada de nada. Pase lo que pase, todos se quedan. Ejemplar.
