S'Arenal vive un momento de cambio que, según el presidente de la Federación Hotelera de Playa de Palma, Pedro Marín, debe consolidarse como “la verdadera transformación del destino”. En declaraciones a mallorcadiario.com, Marín defiende que la zona “ya no es sólo un destino de sol y borrachera” sino un espacio “donde residentes y turistas conviven en paz” y en el que “muchas familias han vuelto a vivir, consolidando escuelas y servicios”.
El dirigente subraya que, tras años de abandono, “se nota la mano del actual equipo municipal”. “Ahora se invierte, se atienden los problemas de seguridad y se mantienen reuniones periódicas con el Ayuntamiento. Antes no pasaba nada; ahora hay gestión y proyectos concretos”. Entre ellos cita el plan integral de reforma del paseo marítimo, con 50 millones de euros de inversión previstos con fondos europeos a partir de 2026, además de obras en la plaza de las Meravelles y la mejora del colector de aguas residuales.
Sobre la temporada turística, Marín destaca que “ha sido buena, tanto en rentabilidad como en ocupación”. Según sus datos, la planta hotelera de Playa de Palma —la mayor de Baleares— mantiene abiertos hasta un 90% de los establecimientos entre abril y octubre, lo que demuestra que “la estacionalidad ya no es una realidad aquí”.
Incluso en temporada media (febrero, marzo y noviembre), añade, “permanece abierta entre el 65 y el 70% de la oferta”.

La modernización del destino es otro de los pilares del éxito: “Hace diez años no había ni un solo hotel de cinco estrellas; hoy casi el 80% son de cuatro superior o cinco estrellas. La mejora ha sido impresionante y cada año se invierte más en mantenimiento y modernización”.
Aun así, Marín reconoce que persisten problemas estructurales. El más grave, a su juicio, es el de la vivienda: “No se puede pretender que un camarero cobre 4.000 euros al mes; lo que hay que hacer es resolver el problema habitacional. Los salarios se van en el alquiler y eso nos deja igual o peor”. También reclama más control sobre la oferta turística no reglada y más inspectores en el Consell: “Las sanciones son insuficientes y muchos pisos ilegales siguen operando sin consecuencias”.
IMPUESTO TURÍSTICO
En cuanto al impuesto turístico, Marín critica duramente a las instituciones: “No tiene sentido subirlo si no son capaces de gestionar el dinero que ya recaudan. Recaudan millones, pero solo ejecutan el 50 o 60% de lo presupuestado. Es un desastre. Si esos fondos se invirtieran bien, los residentes estarían encantados de recibir turistas”.

El representante hotelero celebra la coordinación creciente entre asociaciones vecinales, empresariales y administraciones. “Si residentes, patronales y turistas remamos juntos, Playa de Palma puede ser uno de los mejores destinos de Europa”, sostiene. Por eso defiende proyectos como Bici Palma, frente a la oposición del PSOE local: “Decir que es un servicio para turistas es absurdo. Es para los residentes, porque aquí vive mucha gente todo el año”.
Finalmente, Marín pone el acento en la falta de personal y el absentismo laboral que golpea al sector: “Falta talento, pero también faltan ganas. La hostelería es una profesión digna, muy bien remunerada en Baleares, pero sin vivienda asequible ni estabilidad laboral será difícil atraer trabajadores. Ese es el gran reto de los próximos años”.








