A veces las cosas son fáciles y posibles pero, a falta de normativa, de directrices, los afectados aprovechan los huecos y ocupan espacios que podrían ser ajenos. Es el caso de la banca y las hipotecas. En España, el impago de una hipoteca se atiende con el bien hipotecado y con todos los demás bienes del deudor. En otros países, sólo con el bien. Ahora un banco ha decidido lanzar una hipoteca en la que sólo se responde con el bien. Ustedes verán: de pronto lo que parecía imposible es posible, es real, y aquí está. Basta con que se cree un ambiente propicio... Si, encima, hubiera una legislación, toda España tendría hoy hipotecas de este tipo. Además, si lo miran, los tipos no son especialmente mayores.
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