Catalina Cladera es una de las caras nuevas del PSIB. Fue una apuesta personal de Francina Armengol la que la llevó a dar el salto a la política autonómica. La consellera de Hacienda y Administraciones Públicas es licenciada en Economía y posee un máster de Gestión Pública. Ha sido auditora de la sindicatura de Cuentas, ha trabajado en las oficinas presupuestarias de Calvià y Mollet del Vallès y ha sido directora gerente del IBAVI. Su mayor reto es equilibrar la balanza fiscal de Balears y llegar a un acuerdo con el Gobierno de España que permita desarrollar el REB (Régimen Especial de Balears). De todo ello y otras cuestiones relacionadas con la fiscalidad, el modelo de estado y la actualidad política ha hablado para mallorcadiario.com.
DOS AÑOS DE LEGISLATURA
Cuando a uno le toca la consellería de Hacienda se convierte en el “poli malo”. La oposición le critica y los compañeros del Govern le piden más dinero.
(Ríe) Sí, es un poco así
Es una consellería gris, poco entendida. Lo de los números resulta difícil de entender y además conlleva un serio desgaste político, aunque a usted se la ve bien valorada, no ha sido tan cuestionada como otros miembros del Govern.
Es cierto que hay un cierto cansancio y desgaste, pero, la verdad, no me puedo quejar, y mucho menos ahora que he vuelto de unos días de vacaciones. Es cierto que es una consellería complicada por lo que comentaba usted, porque en el equipo de gobierno nunca es suficiente lo que puedes dar y de cara a la oposición siempre parece que no das la talla. Debemos tener en cuenta que partíamos de una situación en la que nos encontramos una comunidad autónoma muy endeudada, con déficit presupuestario, con retraso en el pago a proveedores... Creo que hemos hecho un buen trabajo y no olvidemos que también la coyuntura económica nos ha ayudado a obtener mejores resultados.
¿Así, pues, está satisfecha con lo hecho hasta ahora?
Sí, lo estoy porque hemos reconducido el déficit, estamos pagando muy bien a los proveedores, a menos de 30 días, en este mes de julio con una media de 20 días. Y hemos presentado unos presupuestos que en dos años han crecido el 16 por ciento, en algo más del 5 el primer año y por encima del 10 el segundo. Hemos podido llevar a cabo una buena gestión aún sin olvidar que nuestros recursos son limitados. Pensemos en la herencia de unos 8.500 millones de euros de deuda pública. Es un verdadero lastre que viene de años atrás, no quiero hablar de gobiernos ni señalar a nadie, pero que demuestra que nuestra comunidad está infrafinanciada.
RÉGIMEN ESPECIAL DE BALEARS
El REB lleva copando titulares de prensa desde hace meses, parece que todo está liado y que comienza a vislumbrarse un acuerdo. Llevamos 20 años así...
Sí, la cosa está liada desde hace 20 años. Se empezó a hablar del REB en el año 1998 y desde 1996 se estaba trabajando.
Recuerdo haber entrevistado hace años a su compañero de partido Joan Mesquida (fue conseller de Hacienda entre los años 1999 y 2003) cuando se empezaba a negociar el REB.
Sí, Joan trabajó mucho en ello.
Es un tema cíclico, ¿ahora toca, ara va de bo? Me dirá que sí...
Sí, le digo que sí y que ahora toca. Y estoy muy convencida de ello. Es cierto que llevamos 20 años hablando y que 1998 hubo una primera Ley de Régimen Especial que resulto mínima e insatisfactoria, que el Estatuto de Autonomía lo recogió en el 2007... Pero ahora va en serio porque llevamos demasiado tiempo parados sin dar ningún paso y nos encontramos con el consenso y el apoyo social. Hemos trabajado mucho y todos los grupos políticos hemos hecho un frente común. Es especialmente muy importante el apoyo del Partido Popular, que es el partido que gobierna en Madrid. Es vital contar con su apoyo. Hemos abierto una puerta para negociar el REB. Nuestra propuesta es amplia y bien fundamentada, lo que nos proporciona solidez para poder negociar. Es una buena oportunidad y tenemos que aprovecharla.
¿Y la parte complicada?
No está todo hecho, aún hay mucho camino por delante. La puerta está abierta, como decía, y de nuestro trabajo dependerá si la podemos abrir más o menos. Es un trabajo de toda la sociedad, de empresarios, agentes sociales y económicos, partidos políticos... Todos tenemos nuestra parte de trabajo y de responsabilidad. Por eso no entiendo que últimamente haya surgido algún partido minando el esfuerzo que hacemos. No es el momento, ya habrá tiempo para hablar más adelante.
¿A qué partido se refiere?
A Ciutadans. Cuestionan algunas de las propuestas del REB. No entienden que no es el momento de restar fuerzas, todos debemos empujar, cada uno con sus medios y posibilidades, y trabajar unidos. Por ejemplo, cuando me reúno con empresarios les pido que cuando vayan a Madrid hagan frente común. Lo mismo les pido a todos. No es esta una cuestión de un gobierno o de un color político. El REB es más que una herramienta de financiación, es una forma de dignificar Balears y poner y reconocer el hecho insular en el mapa de España.
Si no me equivoco. El calendario ahora pasa por evaluar la propuesta del REB durante el mes de septiembre para negociarla e intentar llegar a un acuerdo con el Gobierno central antes de final de año.
Efectivamente, de hecho el Gobierno de España ya tiene nuestra propuesta desde finales de julio. Nos veremos a mediados de septiembre para ver qué líneas están dispuestos a negociar y cerrar para juntos llegar a final de año con un acuerdo. Comenzaremos a trabajar de manera bilateral con reuniones técnicas y políticas.
Entiendo que en el caso de aprobarse el REB no será un documento estático. Si no es flexible no podrá a adaptarse a los cambios y volveremos a estar como antes.
El REB, como el que tiene Canarias, por ejemplo, es un instrumento que se va actualizando, eso sería lo ideal. Debería revisarse cada cierto tiempo para adaptarse a las nuevas circunstancias y a la coyuntura del momento. Cuando se aplique, las cosas cambiarán y por tanto debe revisarse a medida que se den esos cambios. Lo que no podemos hacer es permanecer parados otros 20 años.
PRESUPUESTOS 2018 DE LA COMUNIDAD
¿Interfiere el que el REB no esté aprobado en la elaboración de los presupuestos de la comunidad del año que viene?
No, lo que sí debemos tener cerrado son las transferencias y el marco financiero del Estado, pero el REB es otra cosa, es un instrumento totalmente nuevo, que incluye medidas para empresarios y ciudadanos. Se trata de una compensación a los presupuestos, un fondo de financiación que aún no ha llegado y con el que de momento no contamos para 2018 a la hora de preparar el presupuesto. Cuando lo tengamos y se incluyan partidas para obra pública, evidentemente supondrá una importante mejora cuantitativa en el presupuesto.
¿Se incrementará el presupuesto de 2018 como en los dos años anteriores?
Sí, en la medida de lo posible. El presupuesto tiene que crecer porque crece la economía y por tanto los ingresos públicos. Nos encontramos ante una gran dificultad a la hora de trasladar ese crecimiento de la economía a los presupuestos: las reglas que imponen la Ley de Estabilidad Fiscal y el marco del ministro Montoro y el Gobierno de España para estabilizar la administración pública, generar ahorro y contener la deuda. En Baleares el crecimiento económico podría llegar a traducirse en un incremento presupuestario del 12 por ciento mientras que la ley nos limita el gasto al 2,4 por ciento respecto al año pasado. Tenemos que encontrar un equilibrio entre ambas cifras. Una parte de los ingresos debe destinarse a reducir deuda como está sucediendo en los ayuntamientos.
EL ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS
Hay voces muy críticas con el estado de las autonomías que señalan que es el responsable del incremento de la deuda, del gasto desbocado... Como ciudadano me pregunto si no hemos pervertido el estado de las autonomías y en cuestión de financiación lo hemos convertido en algo así como “tonto el último”, una carrera de todos contra todos.
Es una buena observación, hay gente interesada en decir que las autonomías gastan mucho y que tienen la culpa de todo. Yo no lo creo. España lo que ha hecho es un proceso de descentralización del gasto mediante la transferencia de competencias a las comunidades autónomas. Las más importantes son Educación y Salud que al final suponen alrededor del 60 por ciento del presupuesto autonómico. Todos estaremos de acuerdo en que todavía podríamos invertir más en ellas. Lo que sucede es que se ha descentralizado el gasto, pero no los ingresos. El Estado te da una transferencia de dinero sobre la que no tienes margen alguno para decidir y proponer qué ingresos te corresponden. No llega a ser lo de “tonto el último”, pero sí que es complicado conseguir más porque es cierto que cada uno mira por sus intereses. En el caso de Balears, que es una comunidad con una elevada capacidad fiscal, aportamos en ingresos per cápita 20 puntos por encima de la media, pero somos los novenos a la hora de recibir. ¿Qué quiere decir esto? Que todo lo que generamos no lo volvemos a recibir. El Estado no descentraliza los ingresos ni la responsabilidad a la hora de gestionarlos. Ya se ven síntomas en España que nos hacen ver que debemos caminar hacia un sistema de mayor autonomía fiscal y por tanto de mayor responsabilidad. Me niego a que Balears asuma la carga de 8.500 millones de deuda cuando una buena parte, casi 5.000 millones, se deben a una infrafinanciación y no a la mala gestión. ¿Debo asumir una deuda de la que no soy responsable y acabar sufriendo para hacer los presupuestos cuando no tengo margen de maniobra en cuanto a los ingresos?
Si fuera como usted dice ya no podríamos echarle la culpa a Madrid.
Claro, seríamos responsables de cómo gestionamos. Ahora no somos responsables de los ingresos, de lo que recaudamos... Es como si fuéramos alumnos a los que nos dicen lo que tenemos que hacer. Si fuéramos a formas de mayor autonomía fiscal eliminaríamos esa sensación de “tonto el último” y seríamos corresponsables de las decisiones que tomáramos.
Si hablamos de autonomía fiscal debemos fijarnos en el concierto vasco o en el régimen foral navarro. ¿No suponen un agravio comparativo para Balears?
Totalmente, para Balears y para toda España. Esos regímenes históricos marcan muchas diferencias con otras comunidades que dependen de un sistema de transferencias de Papá Estado. Ellos deciden lo que dan al Estado una vez han recaudado. Nosotros no, dependemos de lo que nos dan y tenemos que ser buenos niños. Por eso pedimos más autonomía fiscal para ser más autónomos, asumir más responsabilidad y autogobierno. Queremos que nos dejen crecer. Por supuesto, después no podremos ir a llorar a Papá Estado porque tendremos los ingresos y deberemos gestionarlos de la manera correcta. Entre el País Vasco y Navarra y el resto hay un término medio. Nosotros no pedimos un concierto o un régimen fiscal, pero sí más autonomía fiscal.
LA CUESTIÓN CATALANA
Al hilo de la financiación autonómica le planteo una pregunta de política ficción. A un político se le exige que sea proactivo y que trabaje con escenarios diferentes de cara al futuro. No es imposible... Imagine que los catalanes votan el primero de octubre, deciden ser independientes y la Generalitat pone en marcha su particular “ley de desconexión”. ¿Cómo afectaría a la financiación y al bolsillo de los baleares esa, ahora, hipotética situación de una Cataluña independiente?
Quien tiene aquí un gran problema es el Gobierno de España y pase lo que pase no debería perjudicar a Balears. Veo más factible que la situación no acabe con la independencia de Cataluña. Creo que al proceso independentista catalán se le dará una solución económica. Hemos llegado a una situación complicada de la ordenación territorial de España por no abordar el estado de las autonomías de otra manera. Lo de Cataluña es un indicador de que algo no encaja o se quiebra. No es el caso de Balears. Si lo de Cataluña no conduce a la independencia y se llega a una solución económica, Balears querrá participar de esa solución.
¿Cree probable que el proceso independentista se cierre con un acuerdo para Cataluña similar al concierto vasco?
Podría ser... Nosotros también queremos participar de esta solución. Cataluña y Balears somos comunidades parecidas en términos de fiscalidad. Aportamos mucho al sistema y no se nos compensa en su justa medida. En Cataluña ello ha generado un problema social. Sería de justicia que se nos reconociera. Cataluña hace mucho que pide más autonomía fiscal, cosa que ahora estamos haciendo en Balears. Necesitamos sentirnos más grandes y responsables aunque nosotros no creemos en la independencia ni creemos que sea el camino. Nos apuntamos a lo que consiga Cataluña.
COLABORACIÓN ENTRE CCAA Y DEUDA HISTÓRICA
Ya que hablamos de comunidades que se parecen... Estamos de enhorabuena por los descuentos conseguidos en el transporte interislas, pero debemos recordar que solo los hemos conseguido después de que Canarias hiciera buena parte del trabajo. Da la impresión de que hemos ido “a toro pasado” en lugar de hacer frente común con ellos, lo que nos hubiera hecho más fuertes en la negociación.
Bueno, hemos pedido al Estado desde diversas consellerías, todo el Govern, un REB diferenciado para Balears. Siempre hemos dicho que queremos lo mismo para Balears que tiene Canarias. Lo que pasa es que la aritmética parlamentaria en España hace que se pueda contar con el voto de Canarias mientras que el de Balears no es necesario. Ha sido un chantaje, un interés partidista... Ellos han conseguido unas mejoras porque era necesario su voto para aprobar los presupuestos del Estado. No creo que sea ni la fórmula ni el camino. Esta sí que es una crítica al estado de las autonomías, por desgracia España funciona así. Ya llevamos así 40 años... Una vez más volvemos al Papá Estado. Por eso planteamos un REB que no dependa de chantajes políticos, partidistas y de oportunismos y que en su lugar sea coherente y justo para lo que necesita Baleares.
¿Y Papá Estado entiende eso de la deuda histórica? ¿El Gobierno de ahora, o el de antes, o el que sea, entiende ese concepto?
El Estado entiende lo que le conviene según le conviene, así de claro. Si hablamos de la infrafinanciación hace un año, se entiende. Ahora que nos acercamos a la reforma del sistema de financiación ya no se entiende tanto y no se ve tan claro lo de condonar la deuda o parte de ella. Nosotros pedimos la condonación de parte de la deuda aunque entiendo que el Estado lo tenga difícil de explicar en el marco de quince comunidades autónomas, cada una con su propia situación. En reuniones bilaterales el ministro Montoro reconoce que Balears está mal tratada en el sistema de financiación y que se le debe compensar. Cuando lo plantea ante otras comunidades ya no lo ve igual.
LEY DE CAPITALIDAD
Cuando se aprobó la Ley de Capitalidad de Palma todo el mundo aplaudió, todos votaron en favor... Luego, no llegó el dinero. Hablamos de que el Govern debería aportar a Palma unos 30 millones de euros anuales. Algo llega, pero lejos de esa cantidad. ¿Veremos algún día la plena aplicación de la Ley de Capitalidad?
La ley prevé que Palma pueda ser compensada con una trasferencia económica o bien mediante la inversión en proyectos. Para alcanzar los 30 millones podemos ir al efectivo o a las inversiones. Lo que pasa es que, igual que Balears necesita unos recursos, Palma necesita efectivo no condicionado. Hemos dado una parte en efectivo sin condiciones para que Palma pueda disponer de ella y siempre habrá una parte en inversiones (sumando ambas este año hablamos de 13,5 millones). Los 30 millones en liquidez es imposible, porque deberíamos prescindir de las inversiones y porque el Govern tiene a los Consells Insulars, prestación de servicios básicos... No hay dinero para todo.
Esta relación de la que usted me habla de Govern - Ayuntamiento de Palma me recuerda a lo que hemos comentado de Papá Estado – Balears.
No necesariamente, no es lo mismo. Los ayuntamientos se financian con sus tributos y también con transferencias del Estado. En el modelo de financiación que ahora se negocia también se habla de la relación del Estado con los ayuntamientos. El Ayuntamiento de Palma no se financia con los 30 millones de la Ley de Capitalidad, lo hace con sus tributos y con lo que recibe del Estado. Quiero remarcar que hemos hecho un esfuerzo para aportar recursos a Palma, cosa que el anterior ejecutivo no hizo.
FISCALIDAD PARA FAMILIAS
Hace unos días desde el Foro de la Familia les ha pedido una serie de medidas fiscales de corte pronatalista y de apoyo a la familia. Hablan de desgravaciones por nacimiento o adopción, para familias numerosas y monoparentales, por gastos de guardería... Algunas de esas medidas ya se aplican en otras comunidades. ¿Se va a tener en cuenta su petición?
Ya hemos hecho algunas cosas y poco a poco seguimos en ello. Hay deducciones de IRPF para jóvenes que adquieran vivienda, en el 2018 las habrá para los estudiantes que salgan fuera. Hemos aumentado las becas en comedores y en transporte escolar, hay más ayudas en servicios sociales. Se está trabajando en una Ley de Familia que tendrá en cuenta la cuestión financiera. Tenemos que avanzar en todo, no solo en un sentido, y siempre que sea posible. Estas peticiones deben ser valoradas una a una en cuanto a su necesidad, su impacto y su viabilidad. En la medida en la que podamos y los presupuestos lo permitan tenemos que ayudar a las familias numerosas, monoparentales... Todo debe hacerse dentro de nuestras posibilidades. Somos una comunidad rica en economía real, pero en la administración pública somos de las más pobres.
GOVERN Y PSIB
¿Qué le parecería que Podem entrara a formar parte del Govern?
Deberíamos recordar que el Pacto de los Acuerdos del Cambio se estableció en el año 2015 para fijar un marco del funcionamiento político de Balears para garantizar la estabilidad a lo largo de toda la legislatura. Hemos trabajado y tenemos una hoja de ruta clara. En estos momentos que Podem entrara en el Govern podría verse como una distorsión y podría complicar el funcionamiento. Además, el ciudadano no entendería que se creara más estructura política y administrativa.
No piense que quiero jubilar a nadie... El armengolismo lleva presente bastantes años en el socialismo balear. Usted fue una apuesta de Francina Armengol y algunos la ven como una de las personas “de proyección” en el PSIB. Tarde o temprano se producirán cambios en el partido. ¿Se ve usted en el futuro más implicada en la estructura del PSIB?
A mi, Francina me ofreció ser consellera y me vino de sorpresa. No planteaba saltar a la política autonómica ni ir en listas al Parlament. Yo iba de candidata en Sa Pobla... Entonces no me lo planteaba, no lo pensaba. Ahora tampoco. Armengol como líder, como secretaria general del partido, como líder nacional... La palabra es líder. Se está convirtiendo en una muy buena líder de la izquierda gracias a su experiencia y creo que no es momento de cuestionarla. En todo caso, tenemos que aprovechar la situación.
¿Tiene cuerda para rato Armengol?
Sí, para un buen rato. Para mí es un referente.
¿Y de cara a la próxima legislatura...? ¿Qué le gustaría hacer?
(Ríe) Ya queda menos, de aquí a un año estaremos con las máquinas en marcha.
Pues eso, dependiendo de la presidenta o presidente o lo que suceda...
Soy nueva en política, es verdad. Me encuentro a gusto, me agrada , transformas la sociedad, defiendes el interés general... Yo estaré al servicio del partido o de la institución que quiera contar conmigo y que considere que puedo aportar algo. Si me siento desgastada o no me llaman, no tengo ningún problema en volver a mi trabajo anterior. Yo soy funcionaria, es una gran ventaja que tengo, y estoy tranquila. Si me necesitan, estoy disponible.
La mayoría de ciudadanos queremos lo mismo: poder comprar o alquilar una casa sin dejarnos la vida en ello; una sanidad decente; una buena educación; unas carreteras por las que circular; cambiar cada tres o cuatro años de coche; y que nos quede algo para irnos de vez en cuando de vacaciones. Si en lo elemental estamos todos de acuerdo, ¿por qué seguimos teniendo problemas de financiación, presupuestos...? ¿No deberían superarse ya las diferencias de progresismo, liberalismo, izquierdas, derechas...?
Es cierto que la mayoría de ciudadanos queremos cubrir las mismas necesidades, pero la diferencia viene dada por el nivel económico o conceptual que uno tenga: se puede acceder a los mismo desde el sector público o desde el privado. El sector público genera igualdad de oportunidades entre los ciudadanos. Desde el más pobre al más rico pueden acceder a los servicios públicos. Si esos servicios los genera el sector privado no todo el mundo puede acceder. He ahí la gran diferencia entre izquierdas y derechas. La izquierda procura que todo el mundo sea igual a la hora de acceder a los servicios públicos y al estado del bienestar, y la derecha no. Con la derecha unos tienen más ventajas que otros porque tienen un mayor adquisitivo. Ellos acceden a los servicios y mucha gente queda fuera del sistema y de las oportunidades. Creo que los partidos de izquierdas velamos para que todos seamos iguales y progresemos juntos. La derecha genera desigualdad. La izquierda tiene políticas fiscales de redistribución de la riqueza y prima las inversiones sociales. Es una lástima que no nos entendamos en los puntos esenciales del estado del bienestar. Lo vimos la pasada legislatura cuando los ciudadanos padecieron los recortes del Govern. Aún hay diferencias entre la izquierda y la derecha.