Esta semana celebramos el largo acueducto, que no puente, ya que, así, a las puertas de las Navidades, nos acabamos de comer una semanita entera de trabajo y nos estamos dando varios días de descanso.
Para aquellos que lo desconocen, que serían posiblemente una gran parte de la población española, el día 6 de diciembre se celebra la Constitución de nuestro país y el día 8 la Inmaculada Concepción.
Llevo varios años focalizada en el crecimiento personal y en la espiritualidad y hay cosas que no puedo entender.
Muchos nos quejamos de la constitución de este país, alegando que ya no es válida, algunos piden la autonomía del gobierno central y quieren ser independientes del mismo.
Por otra parte, de la religión ya no hablamos, celebrar el día de la Inmaculada Concepción, sería celebrar una fiesta católica, religión de la que la mayoría reniega, aludiendo que no son practicantes y una gran parte ni siquiera creyentes.
Pero eso sí, celebran todos los santorales, incluidas las Navidades, segunda Navidad, Año Nuevo, Reyes, Papa Nöel…. Y un sinfín de fiestas que este mes inundan nuestro calendario.
Así que nada, a lo tonto, tonto, este mes, en el mejor de los casos, vamos a trabajar 15 días, porque eso sí, aquellos que no creen en la religión, ni en la constitución, se han ido de vacaciones igual que el resto y se van a coger semana de Navidad, de Pascua y todo lo que haga falta con tal de no trabajar.
Y luego, estos mismos, serán los que se quejarán de cómo está el país, que “hay que ver, la economía como anda y que de esta no salimos”.
Pero claro, las fiestas sí que, si las cogen, “yo no soy creyente”, pero me paso sin currar los últimos 15 días de fin de año”, porque ya se sabe que, a estas alturas, no merece la pena hacer “na”.
Y así ha pasado otro año más en el que la incoherencia es la nota más importante, en la que nadie hace lo que dice y no hincamos codo para salir hacia adelante.
Todos cogemos el coche, o el avión y nos vamos al pueblo a descansar, o a hacer ese viajecito que tantas ganas teníamos de hacer.
Y ya no hablaremos de los funcionarios, que unirán estos días, a los moscosos que tienen, con los quinquenios…. Y para lo que queda en el corral, nos cogemos del 4 de diciembre al 9 de enero, que, ya que estamos y con el stress que es trabajar en la administración, mejor nos quedamos en casita descansando y quejándonos de las bajadas que nos han hecho este año.
¡Y luego nos sorprendemos de que, la economía vaya mal y que no se pueda dar la vuelta al país!
¿Cómo podemos ser tan hipócritas y encima llenarnos la boca de quejas y de críticas hacia los demás?
¿Acaso tú amigo funcionario que te coges casi un mes de fiestitas, solo en estos días te crees con derecho a hablar?
¿Tal vez tú, amigo trabajador, que críticas a tu empresa, te han parado a pensar en cómo saldrá la producción de este mes hacia adelante y como se podrán pagar las nóminas a final de mes?
España va mal, está clarísimo, pero con tanta incoherencia ¿cómo va a ir bien?. Si somos un país laico, ¿Por qué narices seguimos celebrando todos los santos?
Pues a currar chatillos, que a todos nos gusta disfrutar de las fiestas, pero parece que a muy pocos trabajar.
Yo hoy día 8, voy a trabajar y me considero una persona creyente y lo hice también el día 6, con mi ordenador, preparando trabajos que tenía que presentar hoy.
Como yo muchos autónomos lo han hecho, mi zapatero remendón ha trabajado a puerta cerrada, mi amiga Marceline de M&H, ha abierto todos los días su tienda de Ciudad Jardín y muchos otros, de restauración, lo van a hacer.
Así que nada, este país evidentemente seguirá levantándose con los autónomos y las personas coherentes que siguen entendiendo que, o arrimamos el hombro entre todos, o España se irá a la m…… ó ¿ya se ha ido?
¡Corramos un estúpido velo una vez más!