Cuando escribo este artículo, miércoles día 15, Teresa Romero "está sentada en la cama hablando y bebiendo agua". Así han descrito fuentes sanitarias, que la están cuidando, la evolución de la auxiliar de enfermería infectada con ébola, lo que ha provocado una ola de optimismo en el Hospital Carlos III y en la población en general. Su carga viral en sangre continúa bajando y empieza a generar anticuerpos, algo que podría hacer que no sea necesario utilizar nuevos tratamientos. Y lleva seis días sin fiebre. Ahora, la principal preocupación siguen siendo sus pulmones. Los médicos creen que si sobrevive este fin de semana tendrá muchas posibilidades de ganar la batalla.
Es en este contexto que voy a intentar plasmar la diferencia, la gran diferencia entre una democracia consolidada (EE.UU) y una democracia raptada y comandada (España) por una sarta de mafiosos mezquinos e insensibles cuyo único interés demostrado es llenarse los bolsillos cuanto más y más rápido mejor con el dinero de nuestros impuestos sin importarles lo más mínimo ni el sufrimiento ni las penurias que está pasado la sociedad española, con un discurso que más parece un sermón doctrinario para convencernos de que estamos predestinados a ser unos parias y gobernados por la élite con unas soflamas políticas que nos hagan olvidar que han sido elegidos para buscar el progreso y el bien común y no para llenarse los bolsillos con nuestro dinero:
A) En EE.UU la reacción de las autoridades frente a la infección de una enfermera por ébola, fue: “Esa trabajadora de la salud es una persona heroica que proporcionó atención al señor Duncan," dijo el juez de Dallas, Arcilla Jenkin, en una conferencia de prensa el domingo por la mañana.( Thomas Eric Duncan había llegado procedente de Liberia a Dallas el 20 de septiembre para casarse con la madre de su hijo, a la que conoció dos décadas atrás en un campo de refugiados de Costa de Marfil, pero el ébola truncó el miércoles esta historia de amor y convirtió su caso en el del primer hombre fallecido por el virus en EEUU).
O sea el trato ha sido de elevar a la trabajadora sanitaria al podio de los héroes, y hasta el gobernador de Texas, Rick Perry, admitió que se habían “cometido errores” con Duncan, pero se mostró confiado en el “funcionamiento” del sistema.
En cambio en España la reacción ha sido la siguiente:
Francisco Javier Rodriguez Rodriguez es el último peporro, de momento, en ostentar la cartera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, y que ya ha copado buena parte de los titulares en plena crisis del ébola, pero no solo por su gestión, sino también por sus declaraciones y acusaciones más propias de un iletrado, que de un doctorado.