El GOB ha dicho que las plantas incineradoras de basura de Son Reus, de Tirme, están funcionando a muy poca capacidad, por lo que ha pedido su cierre. Sólo nos faltaba haber pagado una de las instalaciones más importantes del mundo y encima, cerrarla. Pero curiosamente, Nápoles, en Italia, ha pedido a Mallorca poder tratar sus basuras aquí, por supuesto pagando por ello. El Consell, que no tiene ni un duro, que está cargando sobre nuestras espaldas el coste de unas incineradoras que, por lo que dice el GOB, están infrautilizadas, se ha negado. ¿A qué somos como el millonario que se ha arruinado y que aún conserva los tics de cuando era alguien? Nos parecemos al ex-potentado que, en la miseria, aún pretende conservar su clase y su estilo: rechazamos la basura italiana como si nos ofendiera, cuando en realidad deberíamos decirles que sí, aceptar sus desperdicios y con ello reducir parte de nuestro déficit público. Por lo menos, ya que nos hemos vuelto locos con la planta más moderna del mundo, que se visita en un tren elevado como si fuera Disney World, ahora saquémosle algo de provecho. Por favor, un detalle porque entre nosotros nos conocemos: antes, que alguien serio se asegure de que vamos a cobrar y de que ese dinero va a ir a la caja central del Consell. Y ojo, los otros son italianos.
