"Una profesora se dio de baja cuando llegué al instituto". Así recuerda Rafel Coves, los inicios del Programa Policía Tutor en Baleares, hace ahora más de 20 años y que cuenta ya con más de 90 agentes en 60 municipios de las islas y que valora, ahora como coordinador del proyecto, como un éxito. "En realidad, surgió como una demanda de la comunidad edacutiva, era un servicio que reclamaban los colegios e instituos", recuerda Covas. De hecho, Baleares fue pionera en su implantación, en Pollença, y poco a poco, el modelo se fue extendiendo al resto del país como un éxito. Sin embargo, a los inicios, la presencia de un agente uniformada en las aulas no fue de agrado para algunos docentes.
"En mi primera reunión de la junta de profesores, uno de ellos dijo que si yo me sentaba con ellos, él se iba", rememora Biel Cardell, actual policía tutor de Sóller. "Supuso una gran dificultad ganarnos la confianza, para ello hubo una gran labor comunicativa, y ha habido mucha evolución", explica por su parte Covas. El sindicato STEI fue uno de los más contrarios a la implantación del programa, algo que, según Cardell, tuvo mucho que ver con "ideales y perjuicios que hoy ya no existen o la idea de que parecía que pensábamos que los profesores no sabían hacer su trabajo".
"No vamos a los colegios a fiscalizar a nadie, ni a poner multas, ni a hacer la labor de los docentes; venimos a proteger, y solo actuamos a demanda, cuando nos llaman porque ya han agotado todas sus herramientas y requieren de nuestro trabajo", añade el coordinador.
"El bullying ha aumentado sobre todo entre los más pequeños"
Desde que entró en funcionamiento, en 2001, la figura de estos policías ha ido evolucionando y teniendo que adaptarse a nuevos problemas entre los más jóvenes, derivados, especialmente, por la llegada de las nuevas tecnologías.
Se trata de un servicio de protección de situaciones de riesgo en menores, trabajando muchas veces de la mano con las familias, y que se enfoca en los centros educativos, siendo los policías una de las piezas fundamentales del abanico de opciones de los servicios sociales que ofrece la Administración Pública. Su trabajo queda muchas veces en la sombra, ya que ellos son el punto de partida, quienes dan el aviso y quienes identifican los problemas que derivan en ocasiones en otros profesionales. Sin emabrgo, también tienen otra labor clave como pieza del engranado: la prevención, tanto hacia alumnos como a los padres.
"Hay determinada situaciones que no tienen trascendencia pública, pero destapamos situaciones muy diversas y muchos dramas en el ámbito familiar", coinciden ambos agentes. "Somos policías, no psicológos ni educadores, pero pueden recurrir a nosotros cuando tienen un problema o los docentes sospechan de alguna problemática. Nosotros iniciamos todo el proceso y lo derivamos a quien pertoque".
"Los problemas con drogas se constatan más en institutos de Palma"
Parte de la polémica surgió por la tenencia de armas de los agentes. Un debate que aseguran "hoy en día ya no tiene sentido con todo lo que los niños ven en internet, ahora somos uno más entre los pasillos de los colegios".
Coves y Cardell confirman que las problemáticas varian según la zona y el municipio, siendo el bullying o acoso escolar común en todos los colegios. "El tema de las drogas, por ejemplo, ya es más visible según el lugar, sobre todo pasa en los barrios Palma, con incluso intentos de trapicheo". El abstenismo es otro de los indicadores que hace saltar la alarma a los agentes.
En cuanto al acoso escolar, explican que se empezó a reducir antes de la pandemia, pero que, después, las intervenciones se han disparado, en concreto casi un 50 por ciento respecto al año anterior, junto al uso de las nuevas tecnologías, por lo que "hay una clara correlación". Además, el acoso y el ciberbullyng -que aseguran van siempre asociados- ha aumentado sobre todo entre los más pequeños, en 4º y 5º de primaria. "Dar móviles a edades tan tempranas es un error. No son consciente y no tienen desarrollada la empatía, cuando se lo explicamos, que lo que han hecho está mal, ellos mismos se dan cuenta", lamenta Cardell.
En línea con el uso de teléfonos móviles- que el Govern ya ha regulado en las aulas y se permitirá requisarlos a los profesores- el consumo de pornografía es otro de los problemas que preocupan a las familias. Un contenido "irreal" que está a su acceso a tan solo un 'click'. Incluso se están desarrollando innovadores aplicaciones para realizar los deep fakes pornográficos, algo inédito para autoridades, padres y profesores ,que se ha visto por primera vez en Felanitx, un asunto que todavía se está estudiando cómo regular. "Nosotros le explicamos qué es un delito de agresión sexual y los tipos, les leemos el Código Penal, para que sepan que no es cosa de adultos, que afecta a todos".
"Hay una clara correlación entre acoso escolar y uso de los móviles"
USO DE ARMAS BLANCAS EN LA PART FORANA
Durante el año pasado se detectó un claro aumento de armas blancas entre los menores, sobre todo en municipios de la Part Forana, en Llubí, aunque también en Palma, incluso dentro de los institutos. "Es muy grave, porque para defenderse, otros compañeros empiezan a también llevar armas, y es un bucle que genera un contexto muy peligroso", denuncia Coves.
"En este aspecto hay una clara influencia de origen cultural", manifiesta Cardell como policía tutor en Sóller, donde asegura que cada vez es un hecho más común. "Cuando hay una pelea, muchas veces por no decir casi siempre encontramos armas blancas al realizar los registros, no es algo exagerado, pero pasa, e influye también en nuestra seguridad como policías".
Sobre la existencia de bandas, aseguran que se da solo en Palma, donde la Policía Nacional trabaja y tiene a los miembros ubicados, gracias también al policía tutor que trabaja en la capital. Sin embargo, alertan de qe pueda ser un fenómeno que se exitienda y por ello siempre están atentos a las vestimentas y comportamientos que puedan suponer identificar a determinados grupos. "Todo acaba llegando", añade Cardell.
"En las peleas encontramos muchas veces armas blancas"
CLAVES ANTE LAS SOSPECHAS DE ABUSOS SEXUALES
El programa Policía Tutor supone un servicio de atención multicanal, que en ocasiones requiere del contacto directo con la familia. "Hay toda una red conectada y coordinada, nosotros somos los primeros receptores y si tenemos que actuar de urgencia, lo hacemos, lo primero es proteger al menor, llevándolo a un centro de primera acogida si hace falta", cuenta el coordinador del programa. Cuando ya requiere de una investigación, se da traspaso a Policía Nacional o Guardia Civil, o a quien pertoque en tema de asuntos sociales.
Ambos policías relatan , por ejemplo, cómo intervienen ante un caso de abusos sexuales. "Si una menor manfiesta ser abusado, lo primer es acompañarla a ella y a la familia para todo el procolo médico, si hace falta vamos de paisano para ayudarles".
"Lo primero es proteger al menor"
Un último asunto que destacan tiene que ver con el uso de los vapeadores, para lo que reclaman mayor regulación y que se restrinja su venta. "Saben los riesgos, que no es bueno, porque se lo explicamos, pero hace muchoq ue en su momento se vendiese como la alternativa menos agresiva al tabaco,los expertos aseguran que tiene sustancias igual o peor de perjudiciales".
Los policías tutores trabajan también con las familias, pero admiten que llegar a ellos es más fácil. "Queremos informarles de los peligros de las redes sociales para sus hijos, de indicios de abusos o acoso, pero muchas veces ni vienen a las charlas", lamentan. "Es muy peligroso, dan información a desonocidos, a pederastas, y se veulven adictos a los juegos online, conlos que se hacen grupos de mensajes con desconocidos", alertan.
Ahora arrancará el curso escolar y los policías deberán hacer balance del curso anterior y valorar los nuevos problemas que están en auge, relacionados con el uso de las tencologías y el móvil.
Para este curso, el programa recibirá más de
68.000 euros de la Conselleria de Presidencia y Administraciones Públicas y durante la primavera se desarrolló euna
campaña preventiva para disminuir las situaciones de riesgo en las fiestas patronales del verano, entre las que se encuentran las agresiones sexuales, el
abuso de bebidas alcohólicas o el consumo de drogas.