La diputada de Podemos, Mae de la Concha, asistió en el Parlamento Europeo en Bruselas a un debate organizado por una eurodiputada de aquel partido, que defiende la regulación integral del cannabis y su uso más allá de los ámbitos terapéuticos y de ocio, porque además beneficiaría al tejido productivo de los países donde se legalice la planta, así como un impulso económico al mundo agrario.
La naturaleza de lo que se defiende invita a pensar con bastante fundamento que la propuesta se lanza estando ya bajo los efectos del cannabis, sin esperar a su legalización ni a su regulación integral, porque omite deliberadamente los efectos perniciosos y neurotóxicos de esta droga. Una profusión de estudios científicos alerta de que el cannabis es un factor de riesgo para desarrollar precozmente graves enfermedades psiquiátricas como esquizofrenia, trastornos psicóticos o depresión.
Ya que a los eurodiputados de Podemos y a Mae de la Concha no le parecen importantes los informes científicos al respecto, estaría bien que pregunten a los padres y padres de los jóvenes que se encuentran en tratamiento de deshabituación en algún proyecto, por ejemplo, de Projecte Home. Es posible que la realidad del consumo del cannabis les sorprenda y quizás así se tomarían en serio su trabajo de representación de los ciudadanos y del interés general, planteando propuestas serias y coherentes con la salud pública, y no de apología de las drogas. Al fin y al cabo, tras el cannabis puede venir la cocaína, pues la legalización del cultivo también impulsaría el mundo agrario en los países productores.
Hay que pedir a quienes lanzan estas propuestas que intenten no fumar en horas de trabajo.