La contestación social a la pretensión de autorizar chiringuitos en la playa de Son Serra de Marina ha sido muy potente. Miles de personas han mostrado este domingo su oposición a la comercialización de la playa de Son Serra autorizando chiringuitos en una una playa que hasta ahora carecía de ellos y no había ninguna demanda social apreciable para que los hubiera. Ante esta enérgica demostración ciudadana, lo prudente por parte de las autoridades municipales sería aparcar la idea y dejar las cosas como están.
Los habitantes de este núcleo de población están mayoritariamente en contra de la instalación de chiringuitos y se muestran a favor de la conservación de la emblemática playa como ha estado hasta ahora. Al fin y al cabo Son Serra es una playa virgen que hasta ahora ha logrado eludir la comercialización de los espacios naturales. Ahí radica su encanto y de eso viven algunos negocios de la localidad, sin necesidad alguna de satisfacer otras necesidades de los visitantes.
Son Serra de Marina no necesita chiringuitos y Mallorca necesita Son Serra tal como está. Las autoridades deben entender el mensaje y poner punto final a toda polémica al respecto, porque de lo contrario la situación solo puede empeorar. No es necesario que cada playa del municipio sea comercializada, sobre todo si no existe una demanda social que así lo exija. Avanzar en ese sentido tendrá consecuencias importantes.
